La Sauna Princesa funcionó durante décadas en pleno centro de Madrid y cobraba 300 euros por hora de sexo, luego se convirtió en hotel
La Sauna Princesa, ubicada en la calle Mártires de Alcalá junto a la céntrica calle Princesa era otra de las regentadas por el suegro de Pedro Sánchez. Acumuló un total de 27 denuncias y 9 inspecciones por parte de la Policía Municipal durante sus más de dos décadas de funcionamiento. El establecimiento impulsado por la familia de Begoña Gómez posteriormente se transformó en un hotel. Así lo confirma OkDiario.
Según un informe oficial de la Dirección General de la Policía Municipal de Madrid consultado por OkDiario, “por parte de la Policía Municipal de Madrid se llevaron a cabo un total de 9 inspecciones al mencionado local, realizando un total de 27 denuncias”.
El local, que funcionaba como sauna con servicios de prostitución, estaba inicialmente vinculado a Sabiniano Gómez Serrano, padre de Begoña Gómez y suegro del presidente Pedro Sánchez. Como cuenta OkDiario, los archivos municipales reflejan incidencias relacionadas con el establecimiento en forma de denuncias y posteriores inspecciones policiales. Y eso que la ausencia de registros digitales entre 1989 y 1999 impide conocer el detalle de las actuaciones policiales durante esa primera década de funcionamiento.
Cambio de manos en familia
El establecimiento cambió de manos en diferentes ocasiones durante su trayectoria. En 2006, la empresa San Bernardo 36 SL es una de las que gestionaba la red de saunas. Pasó a ser propiedad de Francisco Enrique Gómez Serrano, hermano de Sabiniano, según consta en el Registro Mercantil de Madrid. Posteriormente, en 2013, se produjo un nuevo traspaso a Ángel Prieto Paz, propietario de otros establecimientos similares.
El Tribunal Supremo sentenció en 2001 que en ese local se “ejercía la prostitución”. La resolución judicial, fechada el 7 de diciembre de 2001, indica que la Policía tenía constancia de que ese local era un prostíbulo en realidad, pese a tener la denominación de sauna.
Otra sentencia posterior del Tribunal Superior de Justicia de Madrid detalló que la sauna Princesa se “realizaba una actividad de prostitución en las habitaciones del piso de arriba del propio local, en las que se disponía de sauna, jacuzzi, camas, etc”.
Según documentación judicial que rescata OkDiario, en la sauna se cobraba “150 euros la media hora; 300 euros la hora completa” por servicios sexuales. El sistema de explotación se basaba en que “la empresa cobraba a los clientes y otorgaba el 50% del servicio sexual a la trabajadora”.
Importantes beneficios
Esta estructura permitía a la familia obtener importantes beneficios ya que además de los ingresos por alterne, las consumiciones alcanzaban los 30 euros por combinado.
San Bernardo 36 SL ha mantenido un patrimonio inmobiliario valorado en cerca de un millón de euros. La empresa conserva seis propiedades repartidas por Madrid, Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Segovia.
La sociedad llegó a poseer un apartamento en Mojácar que posteriormente vendió a la propia Begoña Gómez en 2013.








