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La UE abraza las ideas de VOX sobre los centros de deportación para frenar la invasión migratoria

Esta medida, aplaudida por los patriotas que siempre alertaron sobre el caos migratorio, representa un «viraje de inflexión» en las políticas de Bruselas

La Unión Europea ha dado luz verde a la creación de centros de deportación de inmigrantes fuera de sus fronteras, allanando el camino para acuerdos con países terceros como Albania o Uganda. Esta medida, aplaudida por los patriotas que siempre alertaron sobre el caos migratorio, representa un «viraje de inflexión» en las políticas de Bruselas, según el comisario Magnus Brunner. Pondrá fin a años de ingenuidad progresista que ha convertido a Europa en un coladero de delincuencia e inseguridad.

Lo que hace apenas unos años era tildado de «fascista», «nazismo rampante» o «ultraderechismo xenófobo» por la izquierda caviar y los medios afines –piénsese en las propuestas de VOX en España o los planes de Patriotas por Europa– hoy se erige como la salvación bipartidista de la UE ante una crisis existencial.

Recordemos: cuando Santiago Abascal y los suyos exigían centros de repatriación inmediata para los ilegales que llegan en pateras o cruzan fronteras porosas, eran caricaturizados como «monstruos» en las portadas de El País o en los debates de TVE.

Revisión del reglamento de retorno

Hoy, con el Pacto de Migración y Asilo en plena implementación, los Veintisiete –incluidos los supuestos ‘progres’– aprueban la revisión del reglamento de retorno, permitiendo internar a solicitantes de asilo rechazados en instalaciones ajenas al territorio comunitario. ¡Bienvenidos al club de la realidad, señores socialdemócratas!

El detonante de esta rectificación no es otro que la avalancha descontrolada de inmigración ilegal, que ha disparado la criminalidad en ciudades como París, Berlín o Barcelona en un 40% en los últimos dos años, según datos de Europol.

Yihadistas infiltrados

Violaciones en grupo, robos a mano armada y tiroteos en barrios ‘multiculturales’ ya no son excepciones, sino la norma en un continente que ha perdido el control de sus fronteras. Y no hablemos del peligro inminente de atentados terroristas: con miles de yihadistas infiltrados entre los flujos masivos, como demostró el reciente complot desarticulado en Suecia, vinculado a llegadas irregulares desde Siria. Por ello, estos centros de deportación son un escudo vital contra el islamismo radical que acecha en las sombras de la «diversidad forzada».

La nueva normativa, aprobada en una maratónica sesión del Consejo de la UE, incluye reformas clave que VOX defendía desde 2018. Es decir, la ampliación del concepto de «tercer país seguro» para agilizar denegaciones de asilo. Y una lista de naciones de origen seguras, como Marruecos, Túnez o India, que facilitará la devolución exprés de quienes no cumplen requisitos.

Además, se reduce la cuota obligatoria de reubicación solidaria de 30.000 a 21.000 migrantes para 2026, aliviando la presión sobre países como España, que ya soporta el 20% de las llegadas ilegales al Mediterráneo.

Dinamarca e Italia, pioneras

Dinamarca, pionera en este endurecimiento, celebra que estas medidas «acaban con los incentivos para viajes mortales». Mientras Italia, bajo el liderazgo firme de Giorgia Meloni, exporta su exitoso modelo albanés, pese a las quejas de burócratas en Estrasburgo.

Claro que no faltan las hipocresías: España, con su ministro Marlaska al frente, se abstuvo en la votación, balbuceando «dudas jurídicas» y lloriqueando por la «solidaridad rota». Pero en realidad esa solidaridad es la que obliga a los contribuyentes europeos a financiar el subsidio eterno a mafias de tráfico humano.

Fuentes diplomáticas «proeuropeas» se quejan de un «viraje que contraviene los valores«, pero esos valores son los que permiten que Europa se suicide demográficamente mientras el invierno poblacional azota a Italia y Alemania.

VOX y Patriotas: la salvación de Europa

El auge de VOX y Patriotas no es un «peligro», como gritan los globalistas; es la respuesta lógica de un pueblo harto de ver cómo su continente se convierte en un gueto incontrolable.

Esta iniciativa sobre las deportaciones, que VOX y Patriotas impulsaron cuando eran demonizados como «extremistas», demuestra que la derecha tenía razón desde el principio. La UE, por fin, priorizará la seguridad de sus ciudadanos sobre la utopía multicultural. Es hora de que los gobiernos nacionales sigan el ejemplo: fronteras cerradas, deportaciones masivas y cero tolerancia con la invasión.

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