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La UE ignora a Pedro Sánchez y aplaza el fin del motor de combustión

La Comisión Europea tumba el dogmatismo climático de Sánchez: Bruselas propina un severo baño de realidad al Gobierno del PSOE y rectifica

La Comisión Europea ignora a Sánchez y aplaza el fin del motor de combustión. Se confirma hoy para mayor desgracia del fanático ecoinclusivo Pedro Sánchez, líder en control y prohibiciones ecosostenibles.

La nueva propuesta de la Unión Europea exige, no obstante, a los fabricantes que reduzcan sus emisiones en un 90% en lugar del 100% como se había decidido en un principio.

Así es. La Unión Europea ha decidido finalmente imponer el sentido común frente a la ideología. En un movimiento que supone un varapalo directo a la agenda eco-radical de Pedro Sánchez, Bruselas ha acordado flexibilizar sus normativas sobre emisiones de CO2 y reevaluar la prohibición de los motores de combustión, prevista inicialmente como una condena inamovible para la industria.

Silencio cómplice del PSOE

Mientras potencias como Alemania o Italia han luchado con uñas y dientes en los despachos europeos para proteger su tejido industrial y el bolsillo de sus ciudadanos, el Gobierno de Sánchez ha mantenido un silencio cómplice, priorizando su imagen de «alumno aventajado» del fanatismo climático por encima de los intereses de las fábricas españolas.

La rectificación de Europa deja ahora al Ejecutivo socialista en fuera de juego, evidenciando que su prisa por desmantelar el motor térmico no respondía a una necesidad técnica, sino a un capricho ideológico.

Esta flexibilización es una enmienda a la totalidad de las políticas falsarias de Transición Ecológica del Gobierno. Sánchez ha intentado forzar una electrificación acelerada que las familias españolas no pueden pagar y que la infraestructura no puede soportar.

Demonización de la combustión

Al ignorar la realidad del mercado y demonizar el diésel y la gasolina, Moncloa ha puesto en riesgo miles de empleos en un sector clave para nuestro PIB, todo para cumplir con unos plazos que hoy la propia Europa reconoce como inviables.

La decisión de la UE, como apunta ABC, confirma lo que el sentido común dictaba: la transición no puede hacerse a costa de la ruina económica, como siempre ha defendido VOX. Sin embargo, Sánchez, instalado en su torre de marfil y lejos de los problemas reales de los conductores, ha quedado retratado una vez más. Europa frena a tiempo, pero Sánchez y la hipocresía del PSOE siguen empeñados en conducir a España hacia el precipicio verde. Lo mismo que con el feminismo.

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