La Comisión Europea de Von der Leyen sigue defendiendo la islamización de nuestro continente
La Comisión Europea volvió a defender este miércoles su modelo de gestión migratoria, calificándolo de «firme y humano», pese a las crecientes críticas y evidencias que apuntan a un aumento sostenido de la inmigración ilegal, conflictos sociales y problemas de integración en varios países de la Unión.
Durante una rueda de prensa, el portavoz comunitario de Interior y Migración, Markus Lammert, afirmó que el sistema europeo de asilo y retorno está «empezando a dar resultados». No obstante, evitó comentar las recientes declaraciones de Donald Trump, quien advirtió que Europa está siendo «invadida por inmigrantes ilegales como nunca antes en su historia».
La estrategia migratoria de la UE: ¿humanitaria o ineficaz?
Desde Bruselas se insiste en la necesidad de un modelo migratorio equilibrado que combine humanidad y firmeza, incluyendo mejoras en los retornos de inmigrantes ilegales y un endurecimiento en la lucha contra las mafias que trafican con personas. Sin embargo, la realidad sobre el terreno muestra un panorama muy diferente.
Las cifras de entrada de inmigrantes por vías irregulares no dejan de aumentar, mientras las reformas clave en política migratoria aún están en proceso. La tan esperada reforma del sistema de deportaciones continúa sin aprobarse, y el nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo no estará en funcionamiento completo hasta junio del próximo año.
Crisis migratoria en Europa: promesas a futuro frente a una emergencia actual
Mientras las tensiones sociales crecen y la presión sobre las fronteras exteriores se intensifica, la Comisión Europea ha prometido triplicar el presupuesto destinado al control fronterizo para el periodo 2028-2034. Esta medida, sin embargo, parece insuficiente ante una crisis migratoria que ya está afectando gravemente a numerosos países europeos.
Barrios saturados, aumento de la inseguridad y una creciente islamización en países como Francia, Alemania, España o Bélgica han generado preocupación entre los ciudadanos. Estas consecuencias contrastan con la narrativa oficial de Bruselas, que habla de una «migración integral» y una supuesta cooperación efectiva con países de origen y tránsito.
Políticas de puertas abiertas: el destino europeo bajo presión
El modelo que Bruselas defiende como «robusto» se traduce, en muchos casos, en políticas de fronteras abiertas que han hecho de Europa un destino prioritario para las mafias migratorias. Mientras tanto, figuras como Trump alertan sobre lo que consideran una amenaza existencial para la identidad y seguridad de Europa, y advierten del riesgo de perder el control sobre el futuro del continente.
En resumen, la política migratoria de la Unión Europea se enfrenta a crecientes críticas por su desconexión con la realidad que viven muchos ciudadanos europeos. Mientras los desafíos se multiplican, la UE sigue apostando por discursos institucionales que, para muchos, no están a la altura de una crisis que ya se vive en las calles.












