Sin explicar los motivos, la UCM informó del fin de la cátedra de Transformación Social Competitiva a los patrocinadores Reale Seguros y Fundación La Caixa
La Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha decidido no renovar la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva, que era codirigida por Begoña Gómez. Esta decisión de la Complutense sucede en plena investigación del Juzgado de Instrucción Nº41 de Madrid en la que está imputada la mujer de Sánchez por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción.
Según informaron fuentes vinculadas al máster a Europa Press, la UCM comunicó esta decisión a las entidades patrocinadoras, Reale Seguros y Fundación La Caixa, sin detallar las razones. El convenio que estableció la cátedra, firmado el 30 de octubre de 2020, tenía una duración de cuatro años y estaba próximo a vencer en caso de no renovarse.
Se da la circunstancia de que uno de los hechos investigados por el juzgado es la presunta existencia de trato de favor en la creación de la citada cátedra, así como en la decisión de situar como codirectora a Begoña Gómez.
Entre los imputados, que pasaron de su condición inicial de testigos a la situación de imputados, figuran también el rector de la UCM, Joaquín Goyache, y al empresario Juan Carlos Barrabés, entre otros.
Se investigan, entre otras presuntas ilegalidades, si existió trato de favor a Begoña Gómez
Respecto al presunto trato de favor, el exvicerrector de la UCM, Juan Carlos Doadrio, declaró el pasado julio ante el instructor del ‘caso Begoña’ que el rector, Joaquín Goyache, le ordenó “crear una cátedra para la mujer del presidente del Gobierno”.
Tales declaraciones, según relató ‘The Objective’, generaron perplejidad en la sala y, preguntado sobre la existencia de pruebas al respecto, el testigo confirmó que Goyache le transmitió tales órdenes mediante dos llamadas telefónicas (en septiembre y octubre de 2020) y por dos mensajes de WhatsApp que depositó ante notario.
Doadrio era vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales cuando se estableció la cátedra de Begoña Gómez. Doadrio afirmó que sólo mantuvo dos encuentros con Gómez en su despacho y en la Comisión de Seguimiento de su Cátedra.
Se da la circunstancia de que la propia UCM requirió la ayuda del juez instructor del caso Begoña’, al que remitió un dossier de la propia investigación interna de la Universidad, porque Gómez y su entorno se niegan a colaborar en el esclarecimiento de varias adjudicaciones sospechosas a su cátedra.
