El cordón sanitario contra la formación soberanista comienza a resquebrajarse en Alemania
El tradicional cordón sanitario que durante años ha mantenido Alemania frente a Alternativa para Alemania (AfD) comienza a fracturarse. Varias organizaciones empresariales —pilares del Mittelstand y parte esencial del tejido económico del país— están revisando su estrategia de distanciamiento hacia el partido soberanista, cuya influencia crece tanto en los sondeos regionales como en parte del oeste alemán.
Un giro simbólico desde las empresas familiares
La Asociación de Empresas Familiares ha marcado el cambio más significativo: ha decidido abandonar la política de aislamiento absoluto y volver a permitir la participación de representantes del AfD en determinados actos y encuentros empresariales. Aunque la organización mantiene reservas políticas respecto al partido, la recuperación de estos espacios de diálogo supone un gesto relevante tras años de exclusión sistemática.
Resistencias internas, pero con presión creciente
No todas las patronales han modificado su postura. La Fundación para Empresas Familiares sigue aplicando un veto tanto al AfD como a la izquierda de Die Linke, alegando «incompatibilidad de valores». Sin embargo, incluso dentro de estas instituciones más firmes el debate comienza a intensificarse.
El BVMW admite dudas: «El cordón sanitario ha sido ineficaz»
La declaración más contundente ha llegado desde la Asociación Federal de Pequeñas y Medianas Empresas (BVMW). La organización ha reconocido que la estrategia de aislamiento podría no haber dado los resultados esperados frente al avance del AfD. El ascenso del partido en las encuestas, junto con recientes éxitos electorales locales —como la elección de un teniente de alcalde del AfD en Gelsenkirchen—, ha impulsado a las patronales a replantearse cómo relacionarse con una fuerza política que representa a un sector cada vez mayor del electorado y del empresariado alemán.
