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Los alquileres comerciales, la inseguridad y los robos se disparan en Barcelona

La renta media alcanza los 1.556 euros mientras crece la presencia de comerciantes extranjeros como recoge la encuesta del Ayuntamiento

El pequeño comercio en Barcelona se enfrenta a su mayor crisis. Los datos de la última encuesta sectorial del Ayuntamiento de Barcelona, a la que ha tenido acceso El Periódico, revelan una realidad muy completa. El coste medio del arrendamiento comercial ha experimentado un salto brutal. Pasa de los 1.362 euros de 2023 hasta alcanzar los 1.556 euros actuales.

Esta escalada de casi 200 euros mensuales no es un fenómeno aislado, tal y como señala El Debate. La hostelería vive una situación paralela, con rentas que han pasado de 1.594 euros a 1.794 euros en el mismo período. Esto evidencia una presión inmobiliaria que atraviesa todos los sectores comerciales de la ciudad condal.

Robos e inseguridad en las calles

Por otro lado, los comerciantes identifican la inseguridad y los robos como su principal inquietud, gran parte de ellos provocados por la inmigración descontrolada. Seguida por los problemas del entorno urbano, incluyendo suciedad y obras. Esta percepción supera incluso a las preocupaciones por las bajas ventas.

Ante este panorama, casi la mitad de los comerciantes anticipa subidas en los precios al público, mientras que el 40% ha implementado cambios en el último año, priorizando la modernización y la renovación del surtido.

Análisis por distritos

El análisis por distritos desvela diferencias significativas en el coste por metro cuadrado. Ciutat Vella encabeza la lista con 33 euros por metro cuadrado, estableciendo una brecha considerable respecto a Sarrià-Sant Gervasi y Gràcia, que registran 22,1 y 19,3 euros respectivamente.

La media del comercio en Barcelona se sitúa en 18,9 euros por metro cuadrado, con un incremento de 1,9 euros respecto al ejercicio anterior.

Esta realidad económica, señala El Debate, está transformando el perfil empresarial de la ciudad. Mientras que tres cuartas partes de los comerciantes mantienen la nacionalidad española, su presencia ha descendido cuatro puntos en apenas dos años.

La alimentación, en manos extranjeras

Paralelamente, uno de cada cuatro establecimientos de Barcelona está ahora en manos de emprendedores extranjeros, una cifra especialmente notable en sectores como la alimentación, donde alcanzan el 33%.

Pese a las dificultades, el comercio independiente mantiene su dominio frente a las grandes cadenas. Las franquicias representan únicamente el 6,2% del tejido comercial. Una cifra que incluso muestra tendencia decreciente, según destaca la concejal de Promoción Económica y Comercio, Raquel Gil.

La resistencia del sector se refleja en la longevidad de los negocios: la antigüedad media alcanza los 19,7 años, superando ampliamente a la restauración. Un tercio de las tiendas actuales iniciaron su actividad entre 2010 y 2019, mientras que más de una cuarta parte lo hizo en la última década.

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