Desde 2019 los concursos de personas y autónomos suben un 1.300% y baten récord en este 2024 con un 120% más que un año antes
Vivimos en España en una situación más crítica de lo que aparentemente podemos observar en nuestro acontecer diario. Así lo refleja el Consejo General de Economistas sobre los concursos de acreedores en empresas, personas y autónomos.
Los concursos de acreedores de personas físicas y autónomos se dispararon un 120% en 2024 hasta alcanzar 35.510 procedimientos, en tanto que los de empresas crecieron un 24%, hasta 5.589, según los datos recopilados por el Registro de Economistas Forenses (Refor) del Consejo General de Economistas.
Estos datos se recrudecen y están exasperando al tejido empresarial español; desde que Pedro Sánchez entró en el Gobierno la situación empeora año tras año. Así, en cinco años los concursos de acreedores de empresas han crecido un 38%. Todo gracias a la magia del Gobierno Socialcomunista.
En una nota, el Consejo de Economistas destaca que de los 41.099 concursos de 2024, los de particulares y autónomos, que representan el 86 % del total, superan con creces a los de empresas, que fueron el 14%.
Si se comparan los datos de España con los de otros países de nuestro entorno, en casi todos los casos ha crecido el número de concursos, aunque en menor medida que en España.
Desde 2019, como señalamos en LA BANDERA, los concursos de acreedores de empresas han crecido un 38 % y los de personas físicas y autónomos un 1.300 %, lo que supone que prácticamente se han multiplicado por 14.
Ley de Segunda Oportunidad
El crecimiento moderado de los concursos de empresas podría obedecer a la aplicación de mecanismos de segunda oportunidad. Según El Debate, este incremento responde en gran medida a la Ley de Segunda Oportunidad. Esta norma permite la exoneración de las deudas que una persona haya contraído con acreedores privados, Hacienda o la Seguridad Social.
La norma fue modificada en 2022 para reducir la lista de requisitos previos, los tiempos y los trámites, así como se amplió el ámbito de deudas susceptibles de ser exoneradas. Desde entonces, el número de particulares que se han acogido a la ley no ha dejado de crecer.








