El sueldo de los trabajadores del sector público supera los 3.026 euros brutos al mes, mientras que el resto cobra de media unos 2.091 euros
La brecha entre los trabajadores del sector público y los del privado no para de crecer. Mucho más que el de hombres y mujeres, que no para de recudirse. El salario medio mensual de los empleados de la Administración Pública ha superado por primera vez los 3.000 euros brutos al mes. El resto cobra de media unos 2.091 euros.
Así se refleja en los últimos datos anuales de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al año 2023, tal y como recoge El Debate. Se puede observar que la brecha salarial entre ambos sectores roza casi los 1.000 euros, la tercera mayor de la serie histórica.
Esto se debe, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), al mayor porcentaje de asalariados con estudios superiores, el tipo de ocupación desempeñado, el menor peso del trabajo a tiempo parcial y la mayor antigüedad.
Así, el sueldo medio de los empleados públicos es de más de 2.800 euros mensuales. Ha aumentado un 7%. El de los empleados privados, hoy es de un 50% menos.
Estos sueldos explican por qué cada vez más jóvenes se plantean opositar. De hecho, dos de cada diez españoles en edad laboral están actualmente preparándose para una oposición o consideran seriamente iniciar el proceso.
Si el número de trabajadores públicos sigue creciendo a este ritmo, la plantilla se puede llegar a sobredimensionar. Algo que pone en riesgo la productividad de la economía española y el bienestar de las generaciones futuras… Porque “cuantos más funcionarios públicos haya, más van a tener que soportar el resto de los trabajadores para así poder pagar esa factura”, explica a El Debate Jesús Vega, experto en Recursos Humanos.
¿Quién va a pagar esta factura?
A esto se le añade que “se está incentivando a que nuestros jóvenes, los estudiantes, quienes en un futuro van a tener que soportar esta sobredimensión, sean funcionarios. ¿Quién va a pagar, entonces, esta factura?”.
“El crecimiento de España depende de la riqueza que seamos capaces de crear. Y este país cada vez es menos competitivo. Los jóvenes ven que su futuro está hipotecado y se van fuera de España. Importamos camareros y exportamos médicos, ingenieros, matemáticos”, añade Jesús Vega.








