El olivar español, símbolo de nuestra agricultura y de la dieta mediterránea, atraviesa una de sus peores crisis en décadas. Mientras los agricultores denuncian que las políticas de Bruselas y del Gobierno están asfixiando su competitividad, Marruecos se prepara para alcanzar en 2025 una cosecha récord de aceite de oliva, con 200.000 toneladas previstas.
El contraste es demoledor: mientras el campo español se ve limitado por la burocracia europea, las restricciones medioambientales y los aranceles internacionales, Marruecos consolida su posición como nuevo actor emergente en el mercado global del aceite.
Marruecos dobla su producción: de 90.000 a 200.000 toneladas
Según datos de la Federación Interprofesional Marroquí del Olivo (Interprolive), Marruecos duplicará su producción en 2025, pasando de 90.000 toneladas en 2024 a 200.000 toneladas de aceite de oliva. La clave está en la previsión de una cosecha de 2 millones de toneladas de aceitunas, frente a las 950.000 del año anterior.
El consumo interno marroquí se estima en unas 140.000 toneladas anuales, lo que deja un excedente exportable de 60.000 toneladas. Ese aceite tiene como destino preferente el mercado europeo, pero también Estados Unidos, donde Marruecos ha encontrado una oportunidad gracias al nuevo escenario arancelario.
EE.UU. castiga más al aceite español que al marroquí
Desde agosto de 2024, los nuevos aranceles impuestos por EE.UU. han reconfigurado el comercio internacional del aceite de oliva:
- Marruecos y Argentina: 10% de arancel.
- España, Italia, Grecia y Portugal: 15% de arancel.
- Túnez: 25% de arancel.
- Turquía: 15% de arancel.
La diferencia es clara: Marruecos paga menos aranceles que España, lo que le da ventaja en un mercado estadounidense valorado en 3.300 millones de euros.
En 2024, Marruecos exportó a EE.UU. 3.835 toneladas de aceite de oliva, valoradas en 38,3 millones de euros. Una cifra pequeña frente al volumen total, pero que ahora podría crecer de manera exponencial.
El campo español, asfixiado por Bruselas
Mientras Marruecos avanza, los agricultores españoles denuncian que están atrapados en un laberinto de normativas, costes y abandono político:
- El Pacto Verde Europeo: obliga a recortar pesticidas, fertilizantes y emisiones, encareciendo la producción.
- Subida de costes energéticos y de agua: agravada por la gestión de embalses y sequías.
- Competencia desleal: importaciones de países terceros que no cumplen las mismas exigencias medioambientales ni laborales.
- Aranceles más altos en mercados clave como EE.UU., lo que resta competitividad frente a Marruecos.
No es casualidad que líderes políticos como Santiago Abascal hayan denunciado que las “políticas ideológicas contra el campo” están detrás de la ruina de miles de agricultores.
Agricultores al límite: entre burocracia y abandono
El olivar andaluz, motor del aceite español, atraviesa una tormenta perfecta. Con precios en origen que no compensan los costes, miles de pequeñas explotaciones familiares están abocadas al cierre.
En palabras de un productor de Jaén: “Nos obligan a cumplir con requisitos imposibles mientras Marruecos exporta aceite con menos trabas y más ayudas. Si seguimos así, en pocos años no quedará campo español”.
La paradoja: España importa mientras Marruecos exporta
La situación es aún más sangrante si tenemos en cuenta que España, primer productor mundial de aceite de oliva, se ve obligada en muchas campañas a importar aceite marroquí para abastecer al mercado interno, mientras el campo nacional pierde rentabilidad.
Un fenómeno que recuerda a lo que ocurre con otros sectores agrícolas, donde las decisiones de Bruselas y la falta de protección del producto nacional están dejando al agricultor español en clara desventaja competitiva.
Un golpe estratégico a la economía rural española
La expansión del aceite marroquí supone un golpe directo al campo español en varios niveles:
- Económico: pérdida de mercados clave frente a la competencia marroquí.
- Social: despoblación y cierre de explotaciones en la España rural.
- Cultural: debilitamiento de un producto icónico de la dieta mediterránea, donde España siempre ha sido referente.
Preguntas frecuentes sobre la crisis del aceite
¿Por qué Marruecos paga menos aranceles que España en EE.UU.?
Por las nuevas reglas impuestas en 2024: Marruecos se beneficia de un arancel del 10% frente al 15% que paga España.
¿El aceite marroquí cumple las mismas normas que el español?
No. Marruecos no está sujeto a las exigencias medioambientales, laborales ni de calidad que impone la UE a España.
¿Qué papel juega la Unión Europea?
Bruselas sigue imponiendo políticas medioambientales restrictivas al campo europeo mientras permite la entrada de aceite marroquí en el mercado comunitario.
¿Qué consecuencias tiene para los agricultores españoles?
Menor rentabilidad, cierre de explotaciones, pérdida de empleo en el campo y riesgo de abandono de la España rural.
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Fuente: Rue20








