Realizan 209 pruebas de edad a inmigrantes llegados en patera y confirman que la mayoría supera los 18 años
En los últimos diez meses, las autoridades de Baleares han llevado a cabo 209 pruebas dentales a inmigrantes que afirmaban ser menores no acompañados (MENAS) tras su llegada en patera al archipiélago. Los resultados son contundentes: 122 de ellos, casi el 60%, resultaron ser mayores de edad, pese a haber declarado lo contrario.
Estos datos fueron revelados este miércoles por la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, durante el Debate de Política General celebrado en el Parlamento autonómico. La mandataria destacó que las pruebas se realizaron con autorización del Ejecutivo autonómico y bajo la supervisión de la Fiscalía de Menores, siguiendo los protocolos establecidos para determinar la edad de personas sin documentación fiable.
Un protocolo legal para evitar fraudes en la declaración de edad
Prohens subrayó que este proceso es completamente «transparente y garantista», y se aplica con el objetivo de evitar fraudes en la declaración de edad, algo que puede impactar directamente en la clasificación y tratamiento de los inmigrantes como menores no acompañados, un estatus que implica recursos públicos y protección específica.
Este tipo de análisis médico, centrado principalmente en la dentadura, es una herramienta clave utilizada por las autoridades para verificar la edad en casos donde no se puede comprobar con documentación válida.
Récord histórico de llegadas de inmigrantes irregulares en Baleares
Al mismo tiempo, la presión migratoria en las Islas Baleares sigue aumentando. Solo en lo que va de año, ya han llegado 5.909 personas en patera, una cifra que supera los registros anuales de 2024 y marca un nuevo récord histórico para la comunidad autónoma.
En los últimos días, la llegada de pateras no se ha detenido. Según datos de la Delegación del Gobierno, desde la tarde del pasado miércoles han desembarcado 65 inmigrantes magrebíes más, incrementando aún más la cifra de entradas irregulares.
El aumento es significativo: el número actual representa un 158% más que las llegadas registradas en 2023, lo que plantea nuevos retos en términos de gestión de recursos, políticas de acogida y control fronterizo.








