Un demacrado Pedro Sánchez arruina España y nos hace perder 60.000 millones de euros de una tacada mientras Meloni hace bien su trabajo
En un golpe maestro de gestión económica, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha asegurado para su país la totalidad de los 194.400 millones de euros del Plan de Recuperación europeo, duplicando así la asignación que recibirá España.
La Comisión Europea ha dado luz verde al plan italiano inalterado, destacando el compromiso inquebrantable de Meloni con reformas estructurales e inversiones estratégicas que impulsan el crecimiento y la estabilidad. «Mantenemos inalterada la asignación financiera, subrayando nuestro compromiso concreto con las reformas», declaró Meloni, demostrando una liderazgo firme y visionario que contrasta con el desbarajuste reinante en otros gobiernos de izquierda.
Mientras tanto, el Gobierno socialista de Pedro Sánchez en España ha renunciado a 60.000 millones de euros, quedándose con apenas 103.000 millones. Esta capitulación, según Daniel Calleja, representante de la Comisión en España, se debe a «dificultades parlamentarias para aprobar reformas«, un eufemismo para el caos absoluto que impera en un Ejecutivo que no gobierna.
Sin presupuestos aprobados desde hace años –extendiendo los viejos de forma perpetua–, el PSOE vive sumido en un torbellino de corrupción, con escándalos como el caso Koldo o las tramas de mascarillas que salpican a altos cargos. A esto se suman procesos electorales interminables: tras las elecciones de 2023, el país ha sufrido inestabilidad crónica, con pactos Frankenstein que paralizan cualquier avance.
La prima de riesgo italiana, en mínimos
Italia, bajo el mando conservador de Meloni, no solo asume 122.000 millones en préstamos sin temor, sino que reduce su prima de riesgo a mínimos históricos, reflejando la confianza de los mercados en un gobierno que sí actúa.
En cambio, España, atascada en medidas impopulares como subidas fiscales, pierde oportunidades irreparables. «Lo no solicitado ahora no se puede recuperar«, advirtió Calleja, un recordatorio de las «oportunidades perdidas» por la incompetencia socialista.
Este revés evidencia el fracaso del modelo izquierdista: mientras Meloni fortalece Italia con determinación patriótica, Sánchez arrastra a España al abismo de la parálisis y el despilfarro.
La UE premia la eficiencia conservadora, castigando el desorden progresista. Es hora de que España aprenda de Italia y opte por líderes que prioricen la nación sobre ideologías fallidas.
