Milei dispuesto a acabar con los chiringuitos: lanza una auditoría a cooperativas que reciben ayuda estatal

El Ministerio de Capital Humano ha suspendido la ayuda a más de 11 mil cooperativas y está investigando cerca de 5 mil que fueron establecidas por Pérsico durante su mandato como funcionario público.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, ha anunciado la retirada de financiamiento público a 11,853 cooperativas que reciben asistencia estatal y que se encuentran en situación irregular, habiendo sido suspendidas en 2019 por el gobierno de Mauricio Macri.

Además, se iniciará una inspección de 4,355 cooperativas creadas en 2023 que también reciben asistencia estatal. Se han reportado irregularidades como la falta de rendición de cuentas por más de un año, acusaciones de uso político o el rechazo a inspecciones anteriores.

Esta medida surge como parte de una auditoría más amplia llevada a cabo por el Ministerio de Capital Humano, que ha resultado en una denuncia penal de la ministra Sandra Pettovello y el secretario de Niñez y Familia, Pablo de la Torre, contra Emilio Pérsico.

Las cooperativas actualmente bajo auditoría estaban bajo la supervisión del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). Sin embargo, este organismo ha estado históricamente controlado por miembros del kirchnerismo.

Los tentáculos del kirchnerismo

Cuando Alberto Fernández asumió la Presidencia el 10 de diciembre de 2019, designó a Mario Cafiero, tío de Santiago, como titular del instituto, quien permaneció en el cargo hasta su fallecimiento el 13 de septiembre de 2020. Fue reemplazado por Alexander Roig, un destacado dirigente del Movimiento Evita.

Durante la gestión de Roig, la mayoría de las casi cinco mil cooperativas ahora bajo escrutinio por el gobierno de Milei fueron establecidas. Curiosamente, su llegada al INAES coincidió con el ascenso de Pérsico a la Secretaría de Economía Social.

En resumen, durante los últimos cuatro años, el Pérsico funcionario público otorgaba los planes sociales al Pérsico líder del Movimiento Evita, mientras que Roig, cercano colaborador de Pérsico, estaba encargado de supervisar el proceso.