En el corazón del campo español, donde el sudor de generaciones ha forjado la identidad rural del campo, se alza una amenaza inminente desde la UE
Los agricultores avisan de que la desaparición de la PAC encarecerá la cesta de la compra en hasta 500 euros anuales. La PAC está en peligro y supondría un duro golpe, otro más, para nuestros agricultores. Por ello, hoy se espera una gran protesta en Bruselas que será decisiva para nuestro campo.
De hecho, miles de agricultores se manifestarán en la jornada de hoy para pedir una PAC con presupuesto propio y la estructura tradicional.
Más de 10.000 agricultores procedentes de 27 países europeos, y casi medio centenar de organizaciones agrarias, participarán en la gran manifestación convocada en Bruselas.
Se trata de una movilización que, ya avanzan, será “histórica” y que tiene un objetivo claro: pelear por un presupuesto propio y autónomo para la PAC en el periodo 2028-34.
Identidad rural de España
En el corazón del campo español, donde el sudor de generaciones ha forjado la identidad rural, se alza una amenaza inminente desde Bruselas.
Los valientes agricultores de Asaja, COAG y UPA advierten de que los recortes presupuestarios de la UE para 2028-2034, impulsados por una burocracia elitista y desconectada, podrían eliminar de facto la Política Agraria Común (PAC).
Con un tijeretazo del 22% —que podría escalar al 32% con la inflación galopante—, España perdería 900 millones de euros anuales en ayudas vitales. Esto no solo encarecería la cesta de la compra en hasta 500 euros por hogar al año, un 9,5% más, sino que asestaría un golpe mortal al mundo rural, ese baluarte de tradición y esfuerzo que sostiene nuestra nación.
Una vital defensa del campo español
Pedro Barato, presidente de Asaja, lo deja claro: este presupuesto «es uno de los que más sube, pero el que menos destina a la agricultura», marcando «el inicio de la defensa del campo español».
Si la Comisión Europea no rectifica, nuevas movilizaciones están en el horizonte, recordando las protestas que ya pusieron en jaque a los gobiernos progresistas. Miguel Padilla, de COAG, denuncia cómo estos recortes ignoran al sector primario. Mientras Cristóbal Cano, de UPA, exige una PAC «a la altura» con reglas justas en el Mercado Único, sin favoritismos a importaciones baratas que arruinan a nuestros productores.
Despoblación promovida por la izquierda
En las aldeas y fincas del interior, donde la despoblación ya acecha por políticas izquierdistas que priorizan agendas urbanas y ecologistas radicales, este fin de la PAC agravaría la crisis. Jóvenes agricultores huirían a las ciudades, rompiendo el relevo generacional y dejando tierras baldías.
Los ganaderos, esos guardianes de nuestra soberanía alimentaria, verían sus costes dispararse, trasladando el dolor a las familias españolas que luchan por llegar a fin de mes.
Frente a los burócratas de Bruselas, obsesionados con globalismo y regulaciones asfixiantes, urge un giro conservador: defender el campo con subsidios nacionales, libre comercio justo y menos interferencia europea.
Los 500-550 agricultores españoles que marcharán al Consejo Europeo del 18 al 19 de diciembre no van solos. Llevan el grito de un rural que se niega a morir.
