El partido tampoco aplicó el ‘hermana, yo sí te creo’ por la ausencia de testigos del comportamiento atribuido a su secretario general en Palma y portavoz en el Parlamento regional
Tras defender la presunción de veracidad de las denunciantes de acoso, el PSOE de Baleares y la central de Ferraz aplican el «Hermana, yo no te creo» cuando afecta a un dirigente. Una militante del PSOE, dirigente en la agrupación de Palma Ponent, presentó una denuncia interna contra Iago Negueruela, secretario general del PSOE de Palma y portavoz socialista en el Parlament balear, por una actitud que ella califica de amenazante y agresiva.
Los hechos, relatados por ABC, ocurrieron durante una reunión celebrada el 26 de mayo, poco después de que Negueruela asumiera el liderazgo local sin rival en las primarias, aunque con un 38% de votos en blanco que reflejaba divisiones internas. En ese encuentro, Negueruela le pidió que no se presentara a la reelección como secretaria general de su agrupación y, a cambio, le ofreció la presidencia del Consejo Político de Palma junto con un puesto en la ejecutiva municipal.
La militante rechazó la oferta, momento en el que la conversación cambió y derivó en lo que ella describe como «comportamientos reiterados y deliberados de carácter hostil y despectivo, presuntamente constitutivos de acoso y contrarios al código de conducta ética del PSOE», con un tono intimidatorio y lenguaje corporal violento.
Ferraz también dio carpetazo a la denuncia, y Negueruela se declara ‘absolutamente tranquilo’
Aunque no hubo gritos, el episodio le provocó un ataque de ansiedad que la llevó a recibir atención en urgencias y a iniciar un seguimiento psiquiátrico posterior. La queja se tramitó inicialmente en el PSIB-PSOE, la federación balear liderada por Francina Armengol. Tres órganos internos la examinaron: la comisión de ética, la ejecutiva de la Federación Socialista de Mallorca y la ejecutiva del PSIB.
Todos archivaron el expediente por ausencia de pruebas concluyentes, inexistencia de testigos y falta de elementos sancionables según la normativa del partido, mientras insistieron en que actuaron con extrema garantía y escucharon a ambas partes. La militante, no conforme con esa decisión, recurrió ante la dirección federal en Ferraz, donde el Comité de Garantías analizó el caso y procedió a archivarlo definitivamente.
Negueruela se declaró «absolutamente tranquilo» y enmarcó el episodio en un conflicto interno surgido de un proceso congresual difícil. Aseguró que la acusación está sacada de contexto, pidió aceptar los resultados orgánicos gusten o no gusten, y recordó que se trata de una denuncia antigua ya archivada por los órganos competentes del partido.











