Junts rompe el silencio y lanza un mensaje demoledor a Moncloa: “El tiempo de los ultimátum ya se ha acabado”
La grieta entre el Gobierno y sus socios independentistas ha dejado de ser una sospecha: Míriam Nogueras, portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso, ha lanzado un dardo envenenado a Pedro Sánchez.
“El tiempo de los ultimátum ya se ha acabado”, advirtió con tono desafiante. Y remató: “Este Gobierno no es bueno para Cataluña”.
Sus palabras suponen un golpe político directo a Ferraz, que ve cómo una de las fuerzas que apuntalaron la investidura socialista empieza a desmarcarse sin disimulo.
Nogueras no solo se desentiende del guion de Sánchez, sino que insinúa que Cataluña ya no necesita a Moncloa para decidir su rumbo.
La rebeldía de Junts: fin del teatro político
Desde hace semanas, el ambiente entre Junts y el PSOE es tenso. Los compromisos incumplidos, la falta de avances en la mesa de diálogo y los nuevos casos judiciales que salpican al Gobierno han llevado a Nogueras a decir en voz alta lo que su partido ya susurra en privado:
“Cataluña no puede seguir siendo espectadora de un Ejecutivo que solo se mueve por intereses de supervivencia”.
La dirigente ha marcado un nuevo tono dentro del independentismo catalán, menos dispuesto a negociar y más centrado en recuperar autonomía política sin la sombra del PSOE.
En otras palabras, Junts prepara terreno para romper amarras sin asumir el coste de la ruptura.
Moncloa en alerta: Ferraz contiene la respiración
El mensaje de Nogueras no ha pasado desapercibido en Moncloa. Fuentes del PSOE admiten que “la relación atraviesa su peor momento desde la investidura”.
El temor es evidente: sin los votos de Junts, el Gobierno se queda sin red parlamentaria.
A eso se suma la fractura interna en el bloque de la izquierda y la desconfianza de los socios minoritarios, que ven en Nogueras una voz valiente que ha dicho lo que muchos piensan y nadie se atreve a pronunciar.
“Cuando incluso los aliados dicen que el Gobierno no es bueno para Cataluña, algo se ha roto”, resumía este jueves un diputado del PP.
Cataluña marca distancia, Extremadura desafía y el PSOE se encierra
Mientras Nogueras agita la política catalana, la presidenta de Extremadura, María Guardiola (PP), avivaba el fuego desde el sur:
“Este Gobierno acabará como la escena final de Thelma & Louise: despeñándose por un barranco”.
Dos mujeres, dos contextos y una misma idea: el Ejecutivo de Sánchez se dirige al colapso.
Guardiola acusa al presidente de “gobernar a base de chantajes” y califica la legislatura como “una pérdida de tiempo”.
Nogueras, por su parte, sentencia que “Cataluña ya no necesita a Sánchez para avanzar”.
El desgaste se acelera: Ferraz acumula frentes abiertos
A la crisis política se suma el desgaste judicial. El PSOE extremeño está en entredicho por la imputación de Miguel Ángel Gallardo, vinculado a los presuntos casos de tráfico de influencias y prevaricación, mientras Ferraz sigue sin controlar los daños del entorno del presidente.
El efecto dominó es claro:
Cataluña se distancia, Extremadura se desmarca y Ferraz pierde el control del relato.
Y, como advierten desde dentro del propio PSOE, “cuando el discurso se vacía, ni la propaganda ni los pactos salvan al poder”.
Sánchez, cada vez más solo
La rebeldía de Nogueras ha reactivado un viejo fantasma: el de un Gobierno que solo sobrevive por la aritmética. Pero esa aritmética empieza a descomponerse.
Los independentistas catalanes le retiran la confianza, los barones regionales se inquietan y las encuestas apuntan a un voto de castigo inminente.
El mensaje que llega desde Barcelona es inequívoco: Cataluña ya no necesita a Sánchez.
Y Ferraz, por primera vez, parece saberlo.
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