‘Os sorprendéis, porque ahora ha muerto una niña, pero para los que vivimos aquí estos sucesos son lo normal’ advierten los vecinos de Plasencia
Este lunes ha muerto la niña de dos años que recibió un disparo en la cabeza junto a su madre -herida de bala en un pie- durante el tiroteo que tuvo lugar en el conflictivo barrio de San Lázaro (Plasencia) entre clanes gitanos de narcotraficantes.
El Servicio Extremeño de Salud informó que se evacuó a la niña de urgencia al Hospital Materno Infantil de Badajoz eingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos, pero a pesar del esfuerzo de los médicos, la niña murió este lunes a primera hora.
Tiroteo entre clanes de San Lázaro
La niña y su madre, de 25 años, recibieron los disparos en un fuego cruzado entre los clanes en la barriada de San Lázaro, en Plasencia. Alrededor de la medianoche del sábado al domingo, dos vehículos con integrantes del clan de los Hilarios, el principal de la zona, llegaron desde la barriada de Gabriel y Galán y comenzaron a disparar contra la familia enemiga.
Los miembros del otro clan respondieron a tiros, lo que derivó en el cruce de disparos en el que resultaron heridas la menor y la joven. Tras un violento tiroteo, los atacantes de los Hilarios huyeron.
‘Una bala perdida’
«Una bala perdida«, declaró posteriormente Iván, el padre de la niña. «Pido justicia, que se pudra» en la cárcel el asesino, dijo este lunes a ‘Telecinco’. Según relató el padre, «Estábamos en la calle en un puesto de cositas y vinieron ‘Los Hilarios’. Dijeron: ‘que vienen, que vienen’ y mi mujer y mi hija se metieron a la casa de mi prima Tania, se cerraron».
En ese momento, añade el padre «empezaron a tirar tiros» y, al acudir al domicilio, escuchó gritar a su mujer: «Decía que la niña estaba herida, que todavía estoy lleno de sangre«. Fue tal la tensión tras el tiroteo, que la ambulancia que transportó a la niña necesitó escolta policial para salir del barrio.
‘Para los que vivimos en San Lázaro estos sucesos son lo normal
Un vecino de San Lázaro relató al citado periódico que tiroteos como el del fin de semana son habituales: «Vosotros os sorprendéis porque ahora ha muerto una niña, pero para los que vivimos aquí estos sucesos son lo normal«.
Al parecer, como el barrio sólo tiene dos accesos, es fácil para los clanes mantenerlos vigilados y prepararse ante la llegada de la policía o los rivales. Entre los nueve detenidos hasta el momento por la Policía Nacional hay seis del clan del barrio y tres del clan de los Hilarios, que opera desde Gabriel y Galán.
El diario ‘Hoy’ señala que el tiroteo es una venganza por una violenta pelea, semanas atrás, en el local de alterne Puerto de los Castaños, donde también se vende droga. El portero del prostíbulo pertenece a uno de los clanes.
