Colombia amaneció este lunes con la confirmación de una noticia que golpea de lleno al panorama político: el senador y candidato presidencial Miguel Uribe Turbay falleció a los 39 años como consecuencia de las heridas sufridas en un atentado el pasado 7 de junio, mientras participaba en un acto de campaña en el barrio Modelia, al occidente de Bogotá.
La confirmación llegó en la mañana por voz de su esposa, María Claudia Tarazona, a través de su cuenta oficial de Instagram:
“Nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte y tendremos nuestra segunda oportunidad”.
La noticia ha generado un profundo impacto en la sociedad colombiana, que revive así los ecos de una de las etapas más violentas de su historia política.
Una lucha médica de dos meses
El atentado contra Uribe Turbay se produjo hacia las cinco de la tarde del 7 de junio. Videos captados por asistentes muestran cómo el candidato, en plena intervención desde una tarima improvisada, se desplomó tras escucharse varias detonaciones. De inmediato, sus escoltas lo retiraron del lugar y lo trasladaron a un centro médico cercano.
Horas después, fue remitido a la Fundación Santa Fe de Bogotá, reconocida por su alta capacidad en atención de emergencias complejas. Allí, el equipo médico realizó una primera intervención quirúrgica programada para estabilizar las lesiones provocadas por los impactos de bala.
Sin embargo, la madrugada del sábado pasado su situación se agravó. El parte médico informó de un sangrado intracerebral agudo que obligó a una segunda cirugía, esta vez de urgencia. La intervención no logró contener un edema cerebral persistente y hemorragias de difícil control. La clínica calificó su estado como “extremadamente crítico” hasta que, finalmente, se confirmó su fallecimiento.
Reacciones de líderes políticos
El expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder del partido Centro Democrático —al que pertenecía Miguel Uribe—, expresó su dolor en redes sociales:
“El mal todo lo destruye, mataron la esperanza”.
En la misma línea, el también expresidente Iván Duque Márquez lamentó la pérdida:
“Colombia llora, pero no se rendirá ante los criminales que apagaron la vida de un joven admirable”.
Mensajes similares llegaron desde figuras de distintos partidos, incluidos miembros del actual Gobierno, que condenaron el ataque y pidieron que la justicia actúe con celeridad.
Investigación en curso: un menor detenido y más implicados
La Policía Nacional actuó de forma inmediata el día del atentado y detuvo a un menor de 14 años como presunto autor material de los disparos. Posteriormente, se sumaron dos capturas adicionales. Las autoridades, encabezadas por la Fiscalía General de la Nación, aseguran que “no se descarta ninguna hipótesis” y que el caso podría involucrar a más personas en calidad de determinadores.
El presidente Gustavo Petro señaló que este asesinato no solo es un ataque contra un individuo, sino “contra la democracia misma”, y pidió mantener abiertas todas las líneas investigativas, sin descartar motivaciones políticas.
Un eco de la violencia de los 80 y 90
El homicidio de Miguel Uribe Turbay remueve una herida colectiva. Colombia recuerda los años en los que fueron asesinados candidatos presidenciales como Luis Carlos Galán (1989), Carlos Pizarro (1990) y Bernardo Jaramillo (1990), crímenes que marcaron una era de violencia política y narcoterrorismo.
Uribe Turbay, hijo de la periodista Diana Turbay —secuestrada y asesinada en 1991 durante un operativo fallido contra el cartel de Medellín— y nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala (1978-1982), pertenecía a una familia con profundo peso en la historia política y mediática del país.
Formación y trayectoria política
Abogado por la Universidad de Los Andes y con maestría en Administración Pública por la Universidad de Harvard, Miguel Uribe comenzó su carrera política muy joven. Con apenas 25 años fue elegido concejal de Bogotá por el Partido Liberal, destacándose como una voz crítica frente a la administración de Gustavo Petro cuando este ejercía como alcalde.
Posteriormente, se integró al Centro Democrático, desde donde consolidó un perfil como uno de los opositores más firmes al Gobierno de Petro. Su agenda legislativa se centraba en temas de seguridad, fortalecimiento institucional y cuestionamientos a la política de “paz total” que busca negociar con distintos grupos armados ilegales.
En 2025, había oficializado su aspiración presidencial, convirtiéndose en uno de los principales candidatos del espectro de derecha.
Un país en duelo
El asesinato de Miguel Uribe Turbay ha generado expresiones de repudio a nivel nacional. En junio, tras el atentado, más de 70.000 personas marcharon en Bogotá en solidaridad y para exigir el fin de la violencia política. Hoy, esas mismas voces se suman al duelo colectivo.
Uribe deja a su esposa, tres hijastras y un hijo de cuatro años. Paradójicamente, tenía la misma edad que él cuando perdió a su madre.








