La ciudad de Málaga ha experimentado en 2024 un auge sin precedentes en la emisión de multas de tráfico en las zonas restringidas de acceso, especialmente tras la incorporación del eje Álamos-Carretería. Esta nueva delimitación, junto a las ya existentes en el Centro Histórico y el Soho, ha provocado que se registraran 157.557 sanciones durante el año, lo que equivale a más de 400 multas diarias.
Estas áreas de acceso limitado no deben confundirse con la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), actualmente sin régimen sancionador. Las restricciones están más ligadas al proceso de peatonalización progresiva del centro. Las sanciones, que oscilan entre 100 y 200 euros, han generado una recaudación superior a los 4,2 millones de euros en 2024 en forma de multas, según datos oficiales proporcionados al grupo municipal Con Málaga.
El eje Álamos-Carretería, que ya suma más de 76.000 multas, ha desplazado a calles tradicionalmente conflictivas como Molina Lario, Pasillo de Santa Isabel y calle Alemania. Desde 2020, se han acumulado 260.000 expedientes sancionadores, con un fuerte incremento en 2024. En lo que va de 2025, ya se han iniciado más de 40.000 sanciones, con predominio de las zonas recientemente restringidas.
El desconocimiento ciudadano sobre los itinerarios permitidos, los carteles de entrada y salida o los permisos válidos ha agravado la situación. Residentes, vehículos eco, motos y ciertos servicios tienen autorización, pero deben seguir rutas específicas. Cualquier desviación, incluso mínima, puede conllevar una multa.
Además, la recaudación desde 2020 alcanza ya casi 18 millones de euros, una cifra que revela el impacto económico y social de esta política de movilidad urbana.








