En 2024, España alcanzó un hito histórico al conceder la nacionalidad a 252.476 extranjeros, marcando un incremento del 5,1% respecto al año anterior y estableciendo el registro más alto desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó a recopilar estos datos en 2013 .ine.es
Marruecos encabezó la lista de países de origen
Con 42.910 nuevos ciudadanos españoles, seguido por Venezuela (35.403) y Colombia (26.224). Este notable aumento coincide con la reciente aprobación en el Congreso de una iniciativa gubernamental que busca regularizar a más de medio millón de inmigrantes, generando preocupación en diversos sectores sobre las implicaciones de esta política .
Desde la llegada de Pedro Sánchez al poder en 2018, se ha observado una tendencia ascendente en las concesiones de nacionalidad. Entre 2019 y 2024, se otorgaron 1.043.497 nacionalidades, superando las 854.240 concedidas durante el mandato de Mariano Rajoy entre 2013 y 2018 .
El 85% de las nacionalizaciones en 2024 se realizaron por la vía de residencia legal continuada, con un tiempo medio de espera de cinco años. El 14,4% restante se concedió por «opción», principalmente a menores de 20 años bajo patria potestad de un ciudadano español .
Cataluña y la Comunidad de Madrid donde hay más regulaciones
En cuanto a la distribución geográfica, Cataluña y la Comunidad de Madrid concentraron el mayor número de nuevas nacionalizaciones, con 68.755 y 48.288 respectivamente, representando casi la mitad del total nacional .
Este aumento en las concesiones de nacionalidad ha suscitado debates sobre las políticas migratorias del Gobierno y su impacto en la sociedad española. Diversos sectores expresan su preocupación por las posibles consecuencias de una regularización masiva sin un control adecuado, especialmente en un contexto de creciente inseguridad y presión sobre los servicios públicos.
La tendencia actual plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la integración de inmigrantes y la preservación de la cohesión social y los valores nacionales. Es fundamental que las políticas migratorias se diseñen con responsabilidad y visión a largo plazo, garantizando tanto los derechos de los nuevos ciudadanos como la seguridad y bienestar de la sociedad en su conjunto.
