La inmigración masiva está incrementando la violencia en las calles de Europa
Noruega enfrenta una situación inédita: menores de edad lanzando granadas en las calles de Oslo. Dos adolescentes de 13 años, ambos de origen inmigrante, fueron reclutados por la organización criminal Foxtrot, una red sueca dirigida por Rawa “el Zorro Kurdo” Majid, que opera desde Irán bajo la protección del régimen de los ayatolás.
Según reporta The Telegraph, el 24 de septiembre los menores descendieron de un autobús en el barrio de Bislett, una zona universitaria tranquila de Oslo, y arrojaron dos granadas contra un salón de belleza. La explosión rompió ventanas, esparció metralla y generó pánico entre los residentes. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales.
Reclutamiento de menores y modus operandi
De acuerdo con fuentes policiales, los adolescentes fueron contactados a través de redes sociales por un intermediario que buscaba específicamente menores de 15 años, conscientes de que la legislación noruega impide procesarlos penalmente por delitos graves. En un encuentro en las afueras de Oslo, un hombre les entregó granadas de fabricación bosnia. Tras el ataque, uno de los menores fue internado en un centro de menores y el otro quedó en libertad.
Foxtrot, fundada en Estocolmo alrededor de 2010, se ha consolidado como una de las bandas más violentas de Europa, responsable de numerosos atentados y asesinatos en Suecia, Dinamarca y ahora Noruega. Su líder, refugiado en Irán, dirige a distancia una guerra por el control del tráfico de drogas en Escandinavia, incluyendo cocaína y heroína.
Expansión de la violencia en Noruega
Después del ataque en Bislett, otros jóvenes participaron en ataques similares, incluyendo un lanzamiento de granadas contra un restaurante japonés en Strømmen y un tiroteo en Sarpsborg. Todos tenían entre 12 y 15 años. La policía considera que Foxtrot busca intimidar a rivales y abrir mercados en un país históricamente ajeno a la violencia urbana.
Kristin Ottesen Kvigne, jefa de la policía criminal noruega (Kripos), advierte que las bandas suecas aprovechan las limitaciones legales del país: “Saben que los menores no pueden ser juzgados y los utilizan como soldados”, afirmó. Plataformas como TikTok y Telegram son empleadas para reclutar jóvenes ofreciendo dinero y protección a cambio de cometer delitos.
Impacto social y alerta política
Este fenómeno ha sacudido a Noruega, un país conocido por su seguridad y cohesión social. La población inmigrante ha pasado del 4% en los años 90 al 16% en 2024, y con ello surge un incremento de la criminalidad juvenil vinculada a redes extranjeras. El diputado conservador Mahmoud Farahmand, de origen iraní, señala que el Gobierno “ha subestimado la amenaza del crimen importado y la infiltración iraní”.
Foxtrot no solo exporta violencia: también lidera grandes operaciones de narcotráfico. En 2023, la policía noruega incautó 800 kilos de cocaína ocultos en cajas de plátanos procedentes de Sudamérica, el mayor decomiso en la historia del país. Farahmand declaró: “Nunca imaginé ver granadas en las calles de Oslo. Hoy, el terror ya no viene de fuera: se ha instalado en Europa”.








