Saltar el contenido

OPA fallida: El BBVA fracasa en su intento de controlar el Sabadell

Aún no se divulgaron los datos por la CNMV, pero se filtra que sólo un cuarto del capital de Sabadell se sumó a la operación, porque la prima del BBVA era muy baja

El intento del BBVA por absorber al Banco Sabadell ha terminado en un sonoro fracaso. La OPA (oferta pública de adquisición) lanzada por la entidad vasca apenas ha logrado un 25,47% de aceptación, muy lejos del 30% mínimo que se había marcado como objetivo de éxito y a años luz del 50% que presumía alcanzar.

El resultado deja en evidencia la resistencia de los accionistas del Sabadell, que han cerrado filas en torno a la gestión del banco catalán y han rechazado de forma mayoritaria la propuesta de canje del BBVA.

Las razones del rechazo del Sabadell

La falta de atractivo económico de la oferta ha sido determinante. Los analistas coinciden en que el BBVA no ofreció un incentivo suficiente para compensar el riesgo de la integración. A ello se suma la resistencia política e institucional en Cataluña, donde el intento de “absorción” por parte de un banco con sede en Bilbao se percibió como una operación hostil.

Según fuentes de mercado y de la CNMV, solo un cuarto del capital de Sabadell ha decidido sumarse a la operación, confirmando lo que ya se intuía: la prima ofrecida por el BBVA no convencía. La propuesta apenas mejoraba el valor bursátil de la entidad catalana, y los accionistas han preferido apostar por el futuro independiente del banco, que en los últimos ejercicios ha demostrado solidez y rentabilidad.

El Sabadell, con una revalorización superior al 60% en bolsa en el último año, emerge reforzado tras frenar el asalto de su competidor y consolidar su imagen de banco ágil, rentable y con fuerte implantación en pymes.

La respuesta de BBVA

Tras el fiasco, el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, ha reconocido que la OPA no seguirá adelante al no alcanzar el nivel mínimo de aceptación. El banco centrará ahora sus esfuerzos en el Plan Estratégico 2025, que incluye una recompra de acciones de 1.000 millones de euros desde el 31 de octubre y el mayor dividendo a cuenta de su historia, de 0,32 euros por acción.

El fracaso deja tocado al máximo responsable del BBVA, que había apostado su credibilidad a una operación que pretendía situar al grupo como el segundo banco más grande de España. Ahora deberá recomponer su estrategia y recuperar la confianza de los inversores, indica OK Diario.

NOTICIA EN AMPLIACIÓN

Deja tu respuesta