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Según el CEO de OpenAI, este será el primer trabajo que sustituirá la Inteligencia Artificial

OpenAI ha puesto cifras y contexto al fenómeno ChatGPT. Según su CEO, Sam Altman, la atención al cliente será el primer ejemplo visible de los trabajos que sustituirá la inteligencia artificial, un fenómeno que ya afecta a millones de empresas en todo el mundo. Un estudio interno, publicado junto al economista de Harvard David Denning en el National Bureau of Economic Research (NBER), revela además cómo se está usando la IA conversacional: más de 700 millones de usuarios activos en septiembre de 2025, lo que equivale al 10 % de la población adulta mundial.

Sam Altman advierte: la atención al cliente será el primer empleo en caer

El CEO de OpenAI, Sam Altman, lo tiene claro. Según sus palabras, el primer sector donde la inteligencia artificial mostrará un reemplazo visible será la atención al cliente, sobre todo en los trabajos de teléfono o chat con guiones preestablecidos.

“Ocurrirá en un breve periodo”, ha advertido.

Para Altman, se trata de empleos con bajo componente humano y repetitivos, lo que los hace muy vulnerables a la automatización. En cambio, considera más protegidas profesiones como la enfermería o aquellas que requieren contacto directo y empatía. La gran incógnita está en la programación, donde la IA ya dispara la productividad, pero no se sabe si supondrá sustitución o colaboración.

El auge imparable de ChatGPT

Los datos hablan por sí solos:

  • De 100 millones de usuarios en 2024 a 400 millones a principios de 2025.
  • Hoy, más de 700 millones de personas usan ChatGPT cada mes.
  • El tráfico diario pasó de 451 millones de mensajes (junio 2024) a 2.600 millones (junio 2025).

Aunque las cifras pueden tener duplicidades (usuarios con varias cuentas o dispositivos), la tendencia es imparable. Para situarlo: Google registra 14.000 millones de búsquedas diarias, pero la IA conversacional crece a un ritmo que preocupa incluso a Silicon Valley.

¿Quién usa ChatGPT?

El estudio revela que la base es joven: el 46 % de los usuarios tiene entre 18 y 25 años. Sumando a los menores de edad, la mayoría absoluta está en franjas juveniles.

También hay un giro de género: si en 2022 el 80 % eran hombres, hoy el 52,4 % son mujeres.

Los picos de uso se registraron en septiembre-diciembre de 2024 y abril-junio de 2025. La gran incógnita es si el lanzamiento de GPT-5 logrará romper la meseta actual.

Para qué usamos realmente ChatGPT

El análisis de 1,1 millones de conversaciones arroja un ranking claro:

  • Escritura y redacción: 28 % de los casos, que suben al 42 % en el trabajo y al 52 % en gestión y negocios.
  • Búsqueda de información: crece del 14 % al 24,4 %, superando a la escritura.
  • Toma de decisiones y resolución de problemas: 14,9 %.
  • Programación: 4,2 %.
  • Multimedia (imágenes, prompts gráficos): 6 %.
  • Creatividad e ideación: 3,9 %.
  • Relaciones personales y reflexión: 1,9 %.

Aunque se asocia con la productividad, el uso no laboral domina: pasó del 53 % en 2024 al 72,2 % en 2025. Muchos usuarios recurren a ChatGPT incluso para consejos emocionales o personales, lo que ha abierto debates éticos tras casos como el suicidio de un menor en California y la demanda presentada contra OpenAI.

Un fenómeno social con riesgos

La expansión de la IA también ha llegado al entretenimiento. Ejemplos como Critterz, la película de animación creada con IA y OpenAI muestran cómo estas herramientas no solo están transformando el trabajo, sino también el ocio y la cultura.

Pero al mismo tiempo, los expertos advierten que un uso masivo y sin regulación puede generar efectos secundarios graves en la sociedad, desde desinformación hasta dependencia psicológica.

El impacto en la economía del futuro

La advertencia de Altman debe tomarse en serio: millones de empleos de atención al cliente podrían automatizarse en los próximos años. Un fenómeno que recuerda a otros choques disruptivos en la economía, donde la tecnología ha transformado sectores enteros en cuestión de meses.

Al mismo tiempo, el debate sobre cómo convivir con la IA está lejos de cerrarse. Para muchos analistas, la clave estará en el equilibrio entre eficiencia tecnológica y protección social.

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