Los jueces necesitan “sosiego, independencia y serenidad” para ejercer su función constitucional sin presiones ni descalificaciones
La presidenta del Tribunal Supremo y del CGPJ, Isabel Perelló, ha lanzado un claro (pero velado) mensaje al Gobierno de Pedro Sánchez. Los jueces necesitan “sosiego, independencia y serenidad” para ejercer su función constitucional sin presiones ni descalificaciones.
Sin citarlo directamente, Perelló ha respondido a la campaña de acoso del Ejecutivo del Sanchismo y sus socios contra el Poder Judicial, especialmente tras las decisiones que incomodan al bloque progresista.
“Es legítimo discrepar, pero siempre con respeto a nuestra función constitucional”, ha subrayado Perelló durante la apertura del Año Judicial Europeo. Unas palabras que llegan después de semanas de insultos desde La Moncloa y Ferraz, que han llegado a tildar a los magistrados de “fascistas” o “prevaricadores” por no plegarse a los intereses del Gobierno.
El Sanchismo y el Tercer Poder
El mensaje de la presidenta del Supremo pone en evidencia el intento del Sanchismo de someter al tercer poder del Estado. Como ya denunciaron recientemente tanto ABC como La Razón, el Ejecutivo ha intensificado sus ataques contra jueces que investigan casos de corrupción que salpican al PSOE y a sus aliados independentistas. ABC tituló ayer: “El Gobierno cruza todas las líneas rojas contra la Justicia”, mientras La Razón advertía de que “Sánchez pretende una Justicia a su medida”.
Campañas de desprestigio
En un país democrático, los jueces no pueden trabajar bajo amenaza permanente de purgas, leyes mordaza o campañas de desprestigio. Perelló ha recordado hoy algo básico: la separación de poderes no es negociable.
En consecuencia, España no puede permitirse que el Gobierno trate al Poder Judicial como un enemigo a batir. El respeto que reclama la presidenta del Supremo no es un capricho: es la última barrera que queda frente al autoritarismo disfrazado de progresismo y que tiene como capitán general al propio Pedro Sánchez Castejón, fundador del Sanchismo.








