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Piden 25 años de cárcel para el marroquí que violó y desfiguró la cara a una mujer en Tenerife

El inmigrante amenazó a la víctima con matarla si contaba algo de lo ocurrido. Un inmigrante, que llegó ilegalmente en patera a Canarias

La Fiscalía ha solicitado una pena de 25 años de cárcel, para un inmigrante marroquí, acusado de agresión sexual, robo con violencia, amenazas de muerte y detención ilegal. Los hechos ocurrieron en el interior del edificio Olympo, ubicado en el centro de Santa Cruz de Tenerife, a principios de 2023, apenas unos días después de que el acusado llegara a Lanzarote en patera y fuera trasladado a Tenerife.

El ataque comenzó la madrugada del 4 de enero, cuando el acusado vio a una mujer que se dirigía a su trabajo. La siguió hasta la entrada del edificio Olympo, donde aprovechó un momento de descuido para abalanzarse sobre ella y empujarla al interior del local. Tras arrebatarle las llaves, cerró la puerta para asegurarse de que no pudiera escapar.

Acto seguido, el ilegal marroquí comenzó a golpearla repetidamente, propinándole puñetazos y patadas, mientras la arrastraba por el lugar y la estrellaba contra los muebles. La agresión física fue tan intensa que la mujer, de más de 60 años, no pudo resistir y terminó desplomada.

El ataque sexual fue igual de cruel. Tras quitarle la ropa, el agresor la violó en repetidas ocasiones, tanto vaginal como analmente, mientras la seguía golpeando para someterla. En un momento, la víctima casi perdió el conocimiento cuando el agresor la estranguló con ambas manos. Desesperada y aterrorizada ante el miedo de perder la vida, dejó de resistir.

Antes de irse, el agresor marroquí le advirtió en más de una ocasión que no contara nada de lo sucedido, amenazándola con matarla si lo hacía. Luego, salió del local cerrando la puerta desde fuera y dejando a la mujer encerrada. La víctima, gravemente herida y en estado de shock, pudo contactar a su marido y al dueño de la empresa, quienes alertaron al conserje del edificio. Este último acudió rápidamente y encontró a la mujer en un estado deplorable, con signos evidentes de haber sido golpeada y gravemente traumatizada.

El marroquí acusado, tras cometer el crimen, huyó a pie por la ciudad y se dirigió a una parada de tranvía con el objetivo de regresar al centro de inmigrantes donde residía. Gracias a la descripción proporcionada por la víctima sobre el agresor y su vestimenta, los agentes pudieron identificar al sospechoso y proceder con su detención.

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