MÁLAGA – La Policía Nacional ha rendido este jueves un emotivo y solemne homenaje al subinspector Antonio, de 48 años, fallecido de forma trágica al ser embestido por un grupo de delincuentes que huían a gran velocidad y en sentido contrario por la A-7, a la altura de Torremolinos.
Antonio regresaba a su hogar en Benalmádena, tras finalizar su turno en el grupo nocturno Los Gotham, unidad especializada en la lucha contra el crimen patrimonial. Natural de Benarrabá, el agente ha sido recibido por más de un centenar de compañeros en la plaza de Manuel Azaña, donde formaron un pasillo de honor. El féretro, cargado a hombros por su propio equipo, fue trasladado a la capilla ardiente instalada en el pabellón de la Comisaría Provincial de Málaga.
Durante el acto, se le ha impuesto de forma póstuma la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, el máximo reconocimiento del Cuerpo Nacional de Policía. La escena, cargada de silencio y respeto, ha estado arropada también por su viuda y sus dos hijos menores.
La banda de delincuentes implicada en el siniestro estaba relacionada con una serie de asaltos violentos a farmacias y edificios públicos, según confirman fuentes policiales y recoge el DiarioSur. “Antonio era el ejemplo de lo que debe ser un policía nacional. Lo dio todo hasta el final”, afirmó un mando de su unidad. “Si pudiéramos clonar al agente perfecto, sería él”, sentenció otro compañero visiblemente emocionado.
Tras el homenaje oficial, el cuerpo fue trasladado a Parcemasa, donde tuvo lugar una misa de réquiem.
