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La subida que nadie vio venir: los alimentos se disparan y los huevos se convierten en el gran lujo del súper

Los precios vuelven a apretar: la inflación repunta y la compra se encarece

Octubre ha llegado con un golpe directo al bolsillo. Según los datos definitivos del INE, el precio de los alimentos subió un 2,4% interanual, una cifra que podría parecer moderada… hasta que se mira producto por producto. Porque ahí es donde llega la sorpresa: los huevos se han encarecido un 22,5% en solo un año. Y la fruta, un básico para cualquier familia, sube un 6,3%.

Estos incrementos llegan en un contexto donde la inflación general vuelve a repuntar al 3,1%, y la subyacente, esa que refleja la tendencia real sin la volatilidad de energía y frescos, escala al 2,5%.

La conclusión es clara: no son solo los macrodatos; es que llenar la nevera cuesta más cada semana.

La energía y el transporte, responsables del rebote

El INE atribuye el nuevo repunte de la inflación a varios factores:

  • La electricidad, que vuelve a encarecerse.
  • Los vuelos internacionales, por el fuerte repunte de la demanda.
  • El transporte ferroviario, más caro que hace un año.

En paralelo, hay variables que frenan la subida: paquetes turísticos y carburantes, cuyos precios sí caen.
Pero la realidad diaria es tozuda: lo que más pesa en el bolsillo es la compra diaria.

El gran problema: lo que ha subido desde antes de la pandemia

Si se amplía la mirada, el escenario es incluso más contundente. Comparando con octubre de 2019, los alimentos están un 37,1% más caros. Es un salto que no se ha visto en décadas.

Esto ha provocado que muchas familias cambien hábitos: menos carne, menos pescado, más marcas blancas, más comparación de precios y más supermercados alternativos.

¿Lo más llamativo? La disparidad interna:

  • Subidas fuertes: huevos y frutas.
  • Bajadas recientes: legumbres, hortalizas frescas, pan y lácteos.

Una mezcla que deja claro que la cesta básica es un campo minado de sorpresas.

Por qué este dato importa ahora más que nunca

Porque coincide con:

  • La recta final del año, cuando el consumo sube por obligación (vuelta al cole, puentes, Navidad).
  • La incertidumbre en energía para los meses de frío.
  • La presión salarial y el aumento del endeudamiento familiar.

La ecuación es muy sencilla:
Con precios más altos y el mismo dinero, el ahorro se evapora.

¿Qué se puede esperar para los próximos meses?

Los analistas advierten de que la volatilidad seguirá dependiendo de tres factores:

  1. Mercados energéticos: si sube el gas, sube todo.
  2. Tensión internacional: transporte y materias primas siguen afectados.
  3. Climatología: lluvias, sequías y heladas pueden volver a encarecer frutas y verduras.

No obstante, hay una pequeña buena noticia: si las bajadas en hortalizas y lácteos se consolidan, podrían moderar la cifra final a partir de año nuevo.

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