Proyectos vinculados a la Agenda 2030 están llevando a España al borde del colapso eléctrico
La red eléctrica española enfrenta una situación crítica que amenaza tanto a la industria como a los hogares, especialmente en regiones como País Vasco, La Rioja, Aragón y Navarra. Según datos recientes enviados a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por las principales compañías eléctricas —Endesa, Iberdrola, EDP y Naturgy—, el 83,4 % de los nudos eléctricos en España están saturados, dificultando la conexión de nuevas demandas energéticas en gran parte del país, informa Vozpópuli.
Comunidades Autónomas con saturación máxima en la red eléctrica
El problema es especialmente grave en cuatro comunidades: País Vasco y La Rioja alcanzan casi un 99% de ocupación en sus redes eléctricas, lo que limita prácticamente la concesión de nuevas licencias para suministros. Aragón presenta un 96% de saturación, situación alarmante dado su crecimiento como polo tecnológico y de centros de datos, lo que pone en riesgo inversiones millonarias. Navarra también supera el 94% de saturación, sumándose a esta preocupante tendencia.
Otras regiones con alta presión en la red son Andalucía (93%), Extremadura (87%), Castilla y León y Castilla-La Mancha (85%), Comunidad Valenciana (83%), Madrid (82%) y Cataluña (82%). Por el contrario, algunas zonas periféricas como Cantabria (50%), Galicia (49%), Baleares (39%) y Canarias (33%) aún conservan margen para nuevas conexiones.
Causas y consecuencias del colapso en la red eléctrica española
El principal factor detrás de esta saturación es la explosión de proyectos vinculados a la Agenda 2030, sumada a la insuficiente inversión en infraestructuras eléctricas de transporte y distribución. Las grandes compañías eléctricas advierten que, sin una planificación ágil y una modernización urgente de la red, será imposible atender la demanda creciente de industrias, viviendas y puntos de recarga para movilidad eléctrica. «España corre el riesgo de desaprovechar su potencial en energías renovables y frenar su crecimiento económico», alertan desde el sector.
Desde el Ministerio de Transición Ecológica, Teresa Ribera defiende que se ha preparado la red para una demanda equivalente a «dos Españas enteras» y destaca la concesión de acceso a proyectos con una capacidad conjunta de 43 GW, incluyendo centros de datos, producción de hidrógeno verde e infraestructuras de recarga eléctrica.
El riesgo real: un colapso inminente
A pesar de las declaraciones oficiales, la realidad técnica muestra que el colapso en la red eléctrica ya es un hecho. España enfrenta un escenario donde la red actual puede no ser suficiente para sostener su industria, el tejido productivo y la creciente electrificación del país.
