El Gobierno ha dado la última puñalada a los usuarios del AVE. Adif, el gestor público de infraestructuras, ha anunciado una revisión profunda de los cánones que pagan Renfe, Ouigo e Iryo por circular por las líneas de alta velocidad, lo que se traducirá en un sablazo inmediato a los bolsillos de los viajeros.
La actualización, publicada en el Boletín Oficial del Estado, incrementa las tarifas incluso en rutas donde la CNMC había aconsejado congelar los recargos.
La consecuencia es clara: a partir de 2026, cualquier trayecto en AVE será más caro. Esto sucede mientras el Gobierno gasta millones en chiringuitos ideológicos y desprecia la movilidad de los españoles.
Un mazazo a Madrid-Barcelona y Andalucia
Con la reforma del canon, Adif abandona el modelo de peaje por plaza‑tren‑kilómetro y lo sustituye por una tarifa general por tren‑kilómetro, independientemente de la capacidad del tren. Eso significa que los recargos no dependerán de cuántos viajeros vayan a bordo, sino que se calcula a precio fijo para todo el convoy.
Los números son escandalosos:
- El corredor Madrid–Barcelona pasa de 2,2 €/plaza-tren-km a 9,3 €/tren-km (6,5 € reducida).
- Las conexiones hacia Andalucía (Madrid–Sevilla–Cádiz–Huelva–Málaga–Granada) suben de 1,08 €/plaza-tren-km a 5 €/tren-km (3,5 € reducida).
- Madrid–Valencia–Castellón–Alicante–Murcia: 2,7 €/tren-km (1,9 € reducida).
- Madrid–Asturias: 2,2 €/tren-km (1,4 € reducida).
- Madrid–Zamora–Galicia: 2,6 €/tren-km (1,8 € reducida).
Mas recargos y penalizaciones
Pero las malas noticias no acaban aquí. Adif también sube la tarifa de gestión: los operadores pasarán de pagar 1,6 a 1,7 euros por cada kilómetro recorrido por tren. Se introduce una penalización para quien no utilice al menos el 98 % de los kilómetros solicitados, obligando a Renfe, Ouigo e Iryo a cumplir sus planes o pagar por los trayectos cancelados.
Además, Adif abarata el uso de las grandes estaciones para fomentar la oferta en los nudos de Madrid y Barcelona, pero encarece los accesos a las estaciones medianas y pequeñas. Un golpe más para los operadores regionales y los viajeros de provincias.
Un sablazo ideologico que pagaremos todos
Esta reforma del canon no es un ajuste tecnico, es un torpedo ideologico contra la movilidad de los espanoles. En lugar de fomentar la competencia y abaratar el AVE, el Gobierno socialcomunista castiga a los operadores privados que han roto el monopolio de Renfe y duplicado la oferta de plazas. Mientras tanto, los usuarios pagaran el pato de unas tarifas que se multiplican por cinco.
No es casualidad que se penalicen los trenes que no usen el 98 % de sus kilometros solicitados. Es una manera de blindar el negocio de Renfe y asfixiar a Ouigo e Iryo, los nuevos competidores que han traido precios bajos y mejor servicio. Tampoco es casualidad que se encarezcan las paradas en estaciones pequeñas: el Gobierno desprecia a la Espana rural y obliga a miles de viajeros a pagar mas por usar el AVE.
Este sablazo no es inevitable. Si no queremos un AVE elitista, es hora de alzar la voz y exigir que el Gobierno retire estos peajes ideologicos. De lo contrario, viajar en tren rapido sera un lujo que pocos podran permitirse.












