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Salvador Illa destina 37 millones a cooperación internacional mientras un 17% de los catalanes vive en exclusión social

El PSC despilfarra el dinero de todos los catalanes en programas feministas y educación «antirracista»

El Gobierno de Salvador Illa (PSC) ha aprobado para 2025 más de 37 millones de euros en ayudas destinadas a proyectos de cooperación internacional, a pesar de que en Cataluña más de 1,35 millones de personas —alrededor del 17% de la población— se encuentran en situación de exclusión social. La publicación oficial de estas subvenciones ha reactivado el debate sobre las prioridades del Ejecutivo catalán en un contexto marcado por la precariedad y el aumento de la desigualdad.

Cataluña: uno de cada seis habitantes ya sufre exclusión social

El último informe de la Fundación FOESSA, presentado por Cáritas esta semana, revela un panorama preocupante:

  • 1 de cada 6 personas en Cataluña vive en exclusión social.
  • 1 de cada 3 está en riesgo de caer en ella ante cualquier inestabilidad económica.

Estas cifras evidencian una emergencia social persistente, con problemas estructurales vinculados al acceso a la vivienda, la precariedad laboral, el coste de vida y la insuficiencia de servicios básicos.

Más de 37 millones en programas internacionales

A pesar de este escenario interno, la Generalitat ha concedido un amplio paquete de ayudas exteriores distribuidas en decenas de países de África, Latinoamérica y Oriente Medio. Muchos de estos proyectos rozan o superan el millón de euros, y se centran en áreas como:

  • enfoque feminista y redes de activismo social,
  • derechos sexuales y reproductivos,
  • educación global y decolonialismo,
  • programas de migración,
  • lucha contra discursos de odio,
  • gobernanza territorial y soberanía alimentaria.

Los destinos incluyen países como Colombia, Mozambique, Senegal, Palestina, Guatemala, México, Bolivia, Honduras, Líbano, Marruecos, Afganistán, Cuba, Yemen, Nigeria o Congo, entre otros. Las iniciativas abarcan desde proyectos de transformación carcelaria y activismo juvenil hasta programas agroecológicos o de defensa de defensoras de derechos humanos.

Un gasto histórico que contrasta con los problemas internos

Aunque algunas ayudas son de menor cuantía, su volumen total ha alcanzado cifras históricas para la cooperación exterior de la Generalitat. Esta inversión contrasta con la realidad de muchas zonas de Cataluña, donde se agravan problemas como:

  • desempleo estructural,
  • pobreza energética,
  • hacinamiento residencial,
  • aumento de la demanda de ayudas municipales.

Diversas organizaciones sociales y voces críticas cuestionan que, mientras se financian programas internacionales con fuerte carga ideológica, persisten listas de espera en servicios sociales, un sistema asistencial al límite y graves dificultades de acceso a la vivienda, especialmente entre jóvenes, familias monoparentales y jubilados con ingresos bajos.

Más de un millón de personas en riesgo ante cualquier crisis

El informe de Cáritas advierte que más de un millón de catalanes vive en una precariedad tan severa que cualquier crisis económica podría empujarlos de forma inmediata a la exclusión.
Aun así, el Ejecutivo catalán mantiene su política de cooperación exterior como una prioridad estratégica, sin anunciar cambios en su hoja de ruta.

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