Sanitarios indefensos ante la creciente violencia
La violencia contra el personal sanitario se ha vuelto una lacra insoportable. El último caso, una brutal agresión a una enfermera en el Hospital Costa del Sol de Marbella, a la que un energúmeno propinó una patada en la cabeza, demuestra la impunidad con la que actúan los violentos y la indefensión de quienes nos cuidan.
¿Hasta cuándo?
Estos actos no son ‘aislados’, son el síntoma de una sociedad que ha perdido el respeto a la autoridad y donde la agresividad campa a sus anchas, especialmente en servicios públicos esenciales. Los sanitarios, y en particular las enfermeras, se juegan el tipo cada día frente a individuos que no dudan en usar la violencia ante la más mínima contrariedad o simplemente porque les da la gana.
Más seguridad y penas más duras
Las ‘condenas enérgicas’ de los políticos no sirven de nada. Hacen falta más medidas de seguridad en hospitales y centros de salud, presencia policial visible y, sobre todo, penas mucho más duras para quienes agreden a quienes están para salvar vidas y aliviar el sufrimiento. Agredir a un sanitario debería considerarse atentado a la autoridad con consecuencias penales gravísimas.
No podemos permitir que el miedo se instale en nuestros hospitales. Los profesionales de la salud merecen trabajar en un entorno seguro y con el respeto de todos. Todo nuestro apoyo a la enfermera agredida y nuestra más firme condena a esta violencia intolerable que degrada nuestra convivencia.








