España, rezagada en la revolución digital sanitaria
La Inteligencia Artificial en sanidad avanza en todo el mundo, pero en España lo hace a paso de tortuga.
Según el estudio “Inteligencia Artificial y la empleabilidad del futuro” elaborado por GAD3 para Planeta Formación y Universidades, solo el 40% de los profesionales sanitarios usan la IA en su día a día, una cifra muy por debajo de la media de otros sectores como el educativo (67%) o el audiovisual (71%).
Mientras en Francia o Italia el uso de la IA crece de forma acelerada, en nuestro país la burocracia, la falta de formación y la ausencia de inversión real lastran la transformación tecnológica del sistema sanitario.
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El informe señala que la sanidad española ocupa una posición “discreta” dentro del proceso de digitalización laboral.
Los profesionales que sí emplean la IA la utilizan principalmente para tareas administrativas, diagnóstico por imagen, investigación o monitorización de pacientes, pero la gran mayoría sigue dependiendo de procesos manuales.
A pesar de los discursos grandilocuentes del Gobierno sobre la “Sanidad del Futuro”, los hospitales públicos carecen de sistemas de IA integrados y no existe una estrategia nacional de inteligencia artificial aplicada a la salud.
En palabras del presidente de GAD3, Narciso Michavila,
“España está lejos de aprovechar todo su potencial. Falta impulso en formación, ética y marcos normativos que conviertan la curiosidad de los trabajadores en competencias reales”.
Mucha propaganda, poca inversión
El contraste entre la realidad y el relato oficial es evidente. Mientras el Ministerio de Sanidad habla de “innovación y digitalización del sistema”, los profesionales denuncian falta de recursos, lentitud en la implantación de software clínico y sistemas obsoletos.
En hospitales de referencia, los diagnósticos asistidos por IA no son accesibles para todos los servicios y la mayoría de los centros todavía usan papel o bases de datos locales, sin conexión eficiente entre comunidades autónomas.
Todo ello, mientras el Gobierno sigue anunciando planes tecnológicos millonarios que nunca se concretan en los hospitales.
La IA: aliada en diagnóstico, ignorada por los gestores
Los sanitarios que sí usan la IA reconocen su enorme potencial:
- Acelera diagnósticos en oncología y radiología.
- Reduce errores en la interpretación de pruebas.
- Optimiza la gestión hospitalaria.
- Permite personalizar tratamientos en función del historial y la genética del paciente.
Pero los gestores públicos apenas han apostado por esta herramienta.
Solo el 22% de los profesionales dice haber recibido formación en IA, y un 29% culpa directamente a las empresas y administraciones de “falta de iniciativa” para su implantación.
“El problema no es la tecnología, es la voluntad política. Mientras en otros países la IA ya es rutina, aquí seguimos con pilotajes eternos y comités”, lamenta un jefe de servicio del Hospital Clínico de Madrid.
España, país de “barómetros”, no de soluciones
El informe refleja también una paradoja cultural: casi la mitad de los españoles ven la IA como una aliada para automatizar tareas, pero no la asocian aún con productividad o mejora profesional.
Y ahí está el problema: España es experta en hacer estudios, informes y “barómetros”, pero incapaz de traducirlos en reformas reales.
En el sector sanitario, la consecuencia es doble: ineficiencia administrativa y frustración profesional.
Los sanitarios saben que la tecnología puede ayudarles, pero el sistema no les deja avanzar.
El futuro se decide ahora
Los expertos coinciden: la revolución de la IA no es opcional.
Países como Alemania, Corea del Sur o EE.UU. están integrando algoritmos en hospitales para anticipar enfermedades, optimizar quirófanos y reducir listas de espera.
Mientras tanto, España sigue atrapada en debates ideológicos y burocráticos sobre “ética digital” sin dotar de medios reales a los profesionales.
Si no hay un cambio de rumbo, la brecha entre España y Europa se ampliará en menos de cinco años.
La gran oportunidad perdida
La Inteligencia Artificial podría haber sido el gran impulso de la sanidad española tras la pandemia.
Sin embargo, los fondos europeos Next Generation se diluyeron en proyectos sin impacto directo, consultorías y publicidad institucional.
El resultado: hospitales con equipos de última generación sin personal formado para usarlos.
La directora académica de Planeta Formación, Montse Civera, lo resume con claridad:
“España tiene por delante el reto de acompañar a los trabajadores en este proceso, con programas formativos adaptados y una visión ética que genere confianza. Solo así podremos convertir el desafío en oportunidad.”
Una oportunidad que, de momento, el Gobierno está dejando escapar.
El estudio de GAD3 confirma lo que muchos sanitarios ya sabían:
España presume de digitalización, pero sigue a la cola en Inteligencia Artificial aplicada a la salud.
Mientras el Gobierno se felicita por “avances históricos”, solo 4 de cada 10 sanitarios usan herramientas inteligentes, y la mayoría lo hace sin apoyo ni formación institucional.
La revolución tecnológica ya ha comenzado, pero España no está invitada… todavía.








