La vivienda en la que residieron Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, antes de su llegada a La Moncloa fue adquirida por el padre de ella, Sabiniano Gómez. Así lo confirmó el propio suegro del presidente a OKDiario, medio que publicó en su día una investigación sobre el origen del inmueble, ubicado en Pozuelo de Alarcón, una de las zonas más exclusivas de la Comunidad de Madrid.
El piso, valorado en torno a los 700.000 euros, se encuentra en una urbanización privada con piscina, pistas de pádel y seguridad 24 horas. Según el relato del padre de Begoña Gómez, la propiedad fue primero suya y posteriormente fue cedida a su hija.
Las saunas y prostíbulos
Lo que ha generado debate público es el origen de los fondos con los que se compró la vivienda. En el momento de la adquisición, el padre de Gómez estaba vinculado a negocios relacionados con las prostitución y las saunas de orientación gay en Madrid, como Sala Adán o Sauna Azul, que gestionaba junto a sus hermanos.
Según el Registro Mercantil, Sabiniano Gómez dejó de figurar como administrador en 2006. Sin embargo, según la investigación citada, habría seguido vinculado a dichos negocios aunque sin figurar formalmente, coincidiendo con el ascenso político de su yerno.
En el Registro de la Propiedad, la vivienda no aparece a nombre de Begoña Gómez, lo que podría deberse a una cesión privada no registrada públicamente. Cabe destacar que el matrimonio tiene régimen de separación de bienes, aunque Pedro Sánchez residió durante años en la vivienda junto a su esposa y sus hijas.
El asunto ha generado debate debido a la supuesta contradicción entre este nivel de vida y el discurso político sobre vivienda y justicia social que mantiene el presidente del Gobierno y su partido. El interés informativo se centra en la transparencia patrimonial de las figuras públicas y la coherencia entre sus discursos y circunstancias personales.
