Tiempos convulsos son los que corren en España; tiempos de cerditos, gorrinos de estercoleros húmedos de heces y almejas con pepino. Y todo bajo el sello de unas siglas repletas de historia de podredumbre: PSOE.
El PSOE, ese bastión del progresismo, donde el feminismo brilla como una bombilla fundida en un sótano de sucia oscuridad.
Empecemos por el estrella del show: Miguel Ángel Salazar, el acosador Deluxe, el premium de los gorrinos socialistas. Imagínense: humillaciones constantes, gestos obscenos y hasta escenificaciones de felaciones en despachos oficiales. ¡Qué elegancia!
Las víctimas, valientes mujeres que se atrevieron a denunciar por el canal interno del partido, vieron cómo sus quejas «desaparecían» mágicamente tras 90 días. El perfecto truco de magia Sanchista. ¿Archivadas? No, evaporadas, para no manchar el impecable traje de Pedro Sánchez.
El PSOE es una piara de cerdos escatológicos, con acosos laborales que denigran a las mujeres como si fueran trofeos de caza. Humillaciones diarias, toqueteos impropios y un machismo sistémico que huele a cloaca en el núcleo Sanchista. ¡Y catalizó un ‘Me Too’ interno!
Solidaridad feminista, pero con el sillón
Mujeres en cargos clave, esas abanderadas del feminismo socialista, minimizaron o encubrieron todo para evitar daños al partido. ¿Solidaridad femenina? Ja, más bien solidaridad con el sillón.
Hablemos de las encubridoras estelares: María Jesús Montero, Pilar Alegría, Pilar Bernabé y Rebeca Torró. ¡Los Ángeles de Sánchez!
En vez de Los Ángeles de Charlie, estas son las guardianas celestiales del harén presidencial. Con sus alas rojas, revolotean minimizando escándalos, denigrando a sus compañeras víctimas como si fueran histéricas. «¿Acoso? ¡Bah, exageraciones de charos descontentas!», dirían, mientras se ajustan el broche feminista.
Las miserables charos rojas
¡Qué ironía! Estas feminazis de salón solo rugen cuando el acoso es en el PP o VOX. Si es en Ferraz, silencio sepulcral. No salen a la calle a denunciar, no arman ‘manifas’ con pancartas moradas. Y todo tiene una respuesta sencilla: porque son feministas de postureo, preocupadas solo si no toca al PSOE. Miserables charos rojas, que venden sororidad por un puñado de chiringuitos ideológicos.
Y las víctimas, pobres, no cuentan con el apoyo de «las suyas». Esas que gritan «Solo Sí es Sí» en mítines, pero callan cuando el cerdo es compañero de partido. ¡Humor negro del bueno: el PSOE es feminista cuando le interesa, y por eso dan asco profundo! Muchos casos, una orgía de hipocresía.
Mujeres feministas de verdad, esas que no viven de subvenciones ideológicas, han acusado al PSOE de indignos, puteros y favorecedores de la explotación femenina. ¡Bien por ellas! Mientras, el Sanchismo sigue en su burbuja, donde el machismo es «sistémico» pero invisible.
Feminismo de condón caducado
En fin, queridos lectores, el PSOE nos regala lecciones: el feminismo rojo es como un condón caducado, solo sirve para aparentar. ¡Qué repudiable pandilla de gorrinos! Si esto sigue…, parece que seguirá sin frenos, pronto veremos un reality: ‘Supervivientes en Ferraz: Edición Acoso’. ¿Quién será el próximo Salazar Premium? De momento ya tenemos algunos Deluxe de nueva hornada: Ábalos, Koldo, Navarro, José Tomé, Toni González (el ‘paellas’) y Francisco Luis Fernández.
Apuesten, pero no por las ángeles, que esas ya ganan protegiendo al jefe.
