El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado su último barómetro y, sorpresa sorpresa, vuelve a dar ganador al PSOE pese a estar sumido en la peor crisis de corrupción y acoso sexual de su historia. Según el organismo dirigido por José Félix Tezanos, los socialistas mantendrían nueve puntos de ventaja sobre el PP, en pleno estallido del caso Salazar y tras el ingreso en prisión del exministro José Luis Ábalos. ¿Alguien se lo cree?
La encuesta, realizada entre el 1 y el 5 de diciembre con 4.017 entrevistas, sitúa al PSOE con un 31,4% de estimación de voto, perdiendo apenas 1,2 puntos respecto al mes anterior. El PP se queda en un 22,4%, Vox baja al 17,6% y Sumar sube ligeramente hasta el 7,8%. Pero lo más llamativo no son los números en sí, sino el momento en el que se publican y la desconexión absoluta con la realidad que viven millones de españoles.
El CIS como herramienta de propaganda del Gobierno
Tezanos ha convertido el CIS en un instrumento de propaganda al servicio de La Moncloa. No es la primera vez, ni será la última, que sus encuestas desafían el sentido común y la percepción generalizada de la ciudadanía. Mientras los tribunales investigan a medio Gobierno, mientras los casos de acoso sexual salpican a dirigentes socialistas de toda España, mientras la inflación devora el poder adquisitivo de las familias, el CIS nos dice que todo va bien y que el PSOE sigue siendo la opción preferida de los españoles.
La metodología opaca del organismo, las preguntas sesgadas y la selección de la muestra han sido denunciadas repetidamente por expertos en demoscopia, pero Tezanos sigue impertérrito en su labor de maquillaje estadístico. El problema es que esta manipulación constante no solo desacredita al CIS como institución, sino que erosiona la confianza de los ciudadanos en todas las encuestas y, por extensión, en el sistema democrático.
La realidad vs. el CIS de Tezanos
Basta salir a la calle, hablar con la gente, leer las redes sociales o simplemente observar el clima político para darse cuenta de que algo no cuadra entre lo que dice el CIS y lo que percibe la ciudadanía. La sensación de hartazgo con Sánchez y su Gobierno es palpable. Los escándalos se suceden a un ritmo frenético y cada semana aparece un nuevo caso de corrupción o acoso que salpica al PSOE.
Como ya informamos sobre la denuncia contra el líder del PSOE en Torremolinos, la podredumbre del partido socialista se extiende por todo el territorio nacional. Y sin embargo, según Tezanos, nada de esto afecta a la intención de voto. ¿En serio?
Las encuestas privadas, las que no dependen del Gobierno y que utilizan metodologías contrastadas, cuentan una historia muy diferente. La mayoría sitúan al PP por delante del PSOE, con una ventaja que oscila entre los 3 y los 7 puntos. Vox también aparece con mejores resultados que en el CIS, especialmente entre el electorado joven desencantado con la política tradicional.
El coste de la manipulación
La manipulación sistemática del CIS tiene un coste político y social que va más allá de los números. Genera una falsa sensación de seguridad en el PSOE, que cree que puede seguir acumulando escándalos sin que eso tenga consecuencias electorales. Al mismo tiempo, desmotiva a los votantes de la oposición, que ven cómo los medios afines al Gobierno amplifican estas encuestas como si fueran verdades reveladas.
Pero la realidad siempre acaba imponiéndose. Por mucho que Tezanos cocine sus números, por mucho que La Moncloa intente controlar el relato, la corrupción, el acoso y la incompetencia del Gobierno son hechos objetivos que ninguna encuesta puede ocultar. Los españoles no son tontos y saben distinguir entre la propaganda y la realidad.
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El CIS de Tezanos seguirá publicando sus encuestas de ficción, pero la verdad es tozuda y siempre acaba saliendo a la luz. Los españoles están hartos de la corrupción, del acoso, de la mentira y de la manipulación. Y eso, ninguna cocina demoscópica podrá cambiarlo.
