Con el objetivo de impulsar un proyecto privado de refinería de petróleo en Canarias, tal y como consta en la documentación de la UCO
En el ojo del huracán sigue el socialista Ángel Víctor Torres. Ofreció a empresarios vinculados a la trama investigada en el caso Koldo “un sinfín de facilidades” para impulsar un proyecto privado de refinería de petróleo en Canarias. Así consta en la documentación analizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y que recoge El Debate.
Los mensajes recabados por la UCO apuntan a que Torres actuó como un facilitador político. Mostró disponibilidad para activar contactos institucionales y explorar vías administrativas para un megaproyecto de refinería de hidrocarburos en Canarias.
La iniciativa fue abordada en varias conversaciones mantenidas con Koldo García. Lejos de desmarcarse, ofreció interlocución directa y acceso. “¿Qué necesitáis?”, preguntó Torres.
En ese contexto aparece el empresario Manuel Salles Carceler. Fue quien acompañó a Koldo García en múltiples gestiones. Cuando Koldo declaró por primera vez en el Tribunal Supremo en 2024, admitió que había comenzado a trabajar para Salles meses después de su salida del Ministerio de Transportes. Reconoció además, como señala El Debate, que su función consistía en abrir mercados, captar inversiones y “ayudarle a desarrollar proyectos en el extranjero”.
Engranaje clave
La UCO considera que ese vínculo empresarial avanzó de manera paralela a la interacción con administraciones públicas y sitúa a Salles como un engranaje clave en las gestiones promovidas ante Torres.
Las comunicaciones incluyen referencias a contactos con responsables institucionales en las islas. Entre ellos, según señala El Debate, el alcalde socialista de Arucas, municipio del norte de Gran Canaria, y autoridades de Aduanas.
Ese despliegue tiene especial relevancia a la luz del encuentro reservado que Torres mantuvo con Pedro Sánchez, el pasado 17 de junio en el Palacio de La Moncloa, tal y como ha desvelado El Debate. La cita se produjo horas después del Consejo de Ministros y coincidió con un momento de máxima tensión dentro del PSOE. Fue cinco días después del ingreso en prisión provisional de Santos Cerdán.








