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Golpe al crimen organizado en Madrid: desarticulada una célula venezolana del Tren de Aragua con 13 detenidos

La Policía Nacional desmantela en Madrid, Valencia, Zaragoza y Gijón el núcleo español de la banda criminal más temida de Latinoamérica

La Policía Nacional ha asestado un golpe clave al crimen organizado con la detención de 13 miembros del Tren de Aragua, una de las bandas más violentas y poderosas de Latinoamérica, originaria de Venezuela.

El operativo, coordinado por la Audiencia Nacional, se ha desarrollado en Madrid, Valencia, Zaragoza y Gijón, donde el grupo mantenía una red de apoyo logístico y captación de mujeres para su explotación sexual.

Fuentes policiales confirman que la célula actuaba como enlace directo con la matriz venezolana, gestionando traslados, cobro de extorsiones y blanqueo de beneficios hacia Sudamérica.

“No hablamos de delincuencia común. Hablamos de una organización criminal con estructura paramilitar”, explican investigadores del caso.

Madrid, epicentro europeo del Tren de Aragua

Aunque las detenciones se han repartido en varias ciudades, Madrid se ha consolidado como base operativa de la célula. La capital funcionaba como punto de paso y coordinación para extender la red a otros países europeos, especialmente Italia y Portugal, donde ya se rastrean posibles ramificaciones.

Los agentes encontraron en varios domicilios dinero en efectivo, documentación falsa, pasaportes, dispositivos encriptados y material vinculado a la captación de mujeres para redes de prostitución.

Parte de los detenidos contaba con alertas internacionales activas y antecedentes por delitos de trata, narcotráfico y secuestro.

El modus operandi: infiltración silenciosa y control territorial

La investigación judicial revela que el grupo operaba con una estructura jerárquica clara. Los líderes locales coordinaban el traslado y recolocación de miembros recién llegados a España, garantizando su inserción en actividades ilícitas o de “recaudación” bajo amenaza.

El patrón de actuación replica la estrategia de la matriz venezolana: violencia como mecanismo de control y reclutamiento.

Entre sus prácticas más comunes, los investigadores detallan cobros de deuda a través de extorsión, ocupación de viviendas y control de prostíbulos encubiertos.

“Su expansión en Europa no es improvisada. Han estudiado las rutas migratorias y los vacíos legales para asentarse”, indica un informe confidencial.

Una amenaza exportada desde Venezuela

El Tren de Aragua, nacido en cárceles venezolanas hace más de una década, se ha transformado en una organización criminal transnacional con presencia en Chile, Perú, Colombia y ahora España.

Su poder económico y su violencia le han permitido infiltrarse en redes de tráfico de personas, drogas y armas.

España, por su posición geográfica y conexiones logísticas, se ha convertido en plataforma ideal para sus operaciones europeas.

La Audiencia Nacional ha decretado prisión provisional para los presuntos cabecillas, mientras el resto de implicados permanecen bajo investigación.
Los investigadores no descartan nuevas detenciones en los próximos días.

Un golpe… pero no el final

Las autoridades advierten de que esta operación no significa el fin del Tren de Aragua en suelo español.

Las ramificaciones del grupo, según fuentes judiciales, podrían seguir activas en la Costa del Sol, Barcelona y el corredor mediterráneo.

“La presión policial ha sido determinante, pero el fenómeno no ha terminado”, advierten desde la Policía.

El caso pone sobre la mesa la llegada definitiva del crimen latinoamericano organizado a España, y el desafío que supone para las fuerzas de seguridad europeas.

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