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Tres de cada cuatro delitos en comercios alemanes son cometidos por inmigrantes: aumento de agresiones y temor en tiendas

La inseguridad en el país centro europeo sigue aumentando

La inseguridad se ha convertido en un problema creciente para el comercio en Alemania. Según un informe reciente de la asociación comercial GCSP, el 75% de los delitos en tiendas y centros comerciales son perpetrados por personas de origen migrante, mientras la violencia y los incidentes criminales se multiplican en todo el país.

Durante 2024, se reportaron 18.276 incidentes en 1.105 establecimientos comerciales, incluyendo 248 centros comerciales y 758 grandes superficies, lo que representa un incremento del 32% en comparación con 2023. En casi 3.000 de estos casos se utilizaron cuchillos o herramientas como armas, y al menos 235 personas resultaron heridas.

“El ambiente en los comercios ha cambiado drásticamente: hay más agresiones, reincidencia y miedo entre trabajadores y clientes”, señala el informe de GCSP.

El costo en seguridad también ha aumentado considerablemente, alcanzando 41 millones de euros en 2024, un 21% más que el año anterior. Muchas tiendas han optado por implementar chalecos antibalas y contratar seguridad privada, mientras que los delincuentes reincidentes, que representan el 35% de los casos, continúan actuando con impunidad a pesar de las 3.455 prohibiciones de ingreso registradas el año pasado.

Los datos reflejan lo que los alemanes experimentan a diario: un incremento de robos, agresiones y tráfico de drogas en espacios públicos, mayormente cometidos por personas provenientes de entornos migratorios. Un ejemplo reciente en Stuttgart involucró a un hombre rumano de 37 años que fue detenido tras robar y atacar a un vigilante antes de enfrentarse a la policía. El informe advierte que la criminalidad organizada y profesionalizada está creciendo, con bandas extranjeras que controlan el hurto y la distribución de drogas dentro de los centros comerciales.

Ante esta situación, la Federación Alemana de Comerciantes (HDE) pide penas más severas y una aplicación efectiva de la ley, en medio de pérdidas estimadas en 3.000 millones de euros por hurtos durante el año pasado. La falta de sanciones fomenta la reincidencia y aumenta el riesgo para empleados y clientes.

La GCSP concluye que los centros comerciales, que deberían ser espacios seguros y libres de violencia, se han transformado en zonas de riesgo, donde trabajadores y compradores viven con miedo constante debido a la actividad de grupos criminales organizados de origen extranjero.

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