El exlíder de Extremoduro fallece justo un día después del adiós de Jorge Martínez, de Ilegales, por cáncer de páncreas
El mundo del rock español ha despiertado hoy con un dolor doble e inesperado. Roberto Iniesta Ojea, conocido universalmente como Robe Iniesta, el alma poética y visceral de Extremoduro, ha fallecido a los 63 años en su Plasencia natal.
Su partida, confirmada esta madrugada por su discográfica Dromedario Records, se produce apenas 24 horas después de la muerte de Jorge Martínez, líder de Ilegales, víctima de un cáncer de páncreas. Dos iconos del rock transgresivo, separados por estilos pero unidos por un legado de rebeldía y honestidad cruda, dejan al panorama musical en luto profundo.
La causa del deceso de Robe, según fuentes cercanas al artista, responde a complicaciones derivadas de un tromboembolismo pulmonar que lo aquejaba desde noviembre de 2024.
Esta afección vascular, que implica la obstrucción de una arteria en los pulmones por un coágulo sanguíneo, obligó al músico a suspender de urgencia los conciertos de cierre de su gira «Ni Santos ni Inocentes» en el WiZink Center de Madrid.
«Robe ha sido diagnosticado de un tromboembolismo pulmonar, lo cual le obliga a guardar reposo absoluto, poniendo en grave riesgo su salud en caso contrario», rezaba el comunicado oficial de entonces. El artista, que acababa de cumplir 62 años, había expresado su frustración en redes: «Lo que no se me pasa es la puta rabia que me da no haber podido acabar la gira como estaba previsto«.
Factores como su historial de adicciones pasadas y un estilo de vida intenso, que él mismo definía como «años vividos por siete, como los de un perro», pudieron contribuir a esta condición, aunque no se descartan influencias genéticas o sedentarismo reciente.
La noticia ha desatado una oleada de tributos. Kutxi Romero, de Marea, lo recordó como «el poeta que cambiaría todas mis canciones por dos o tres suyas». Fito & Fitipaldis y Leiva, con quienes colaboró en «Caída libre», publicaron mensajes de incredulidad. «El rock pierde su voz más humana».
Homenaje a Robe en Plasencia
En Plasencia, su ciudad, ya se prepara un homenaje multitudinario para los próximos días, donde se espera que miles de fans canten «So payaso» y «Ama, ama, ama y ensancha el alma».
Este doble golpe se une al de Jorge Martínez, «Jorge Ilegal«, quien este 9 de diciembre sucumbió a los 70 años a un cáncer de páncreas diagnosticado en septiembre.
El asturiano, hospitalizado en el HUCA de Oviedo, suspendió entonces la gira de su álbum Joven y arrogante para someterse a tratamiento. «La situación se ha complicado más de lo previsto«, anunció la banda, que canceló dos docenas de fechas.
Martínez, con su punk irreverente en himnos como Soy un macarra y Tiempos nuevos, tiempos salvajes, representaba la cara más salvaje del rock de los 80.
Su cáncer, agresivo y de diagnóstico tardío, es uno de los más letales, con una supervivencia media de meses. Bunbury lo despidió: «Le echaré de menos porque es insustituible».
Ambas pérdidas, en una semana ‘horribilis’ para el rock, resaltan la fragilidad de leyendas que vivieron al límite. Robe, el filósofo marginal de Extremoduro, y Jorge, el macarra sensible de Ilegales, nos enseñaron a abrazar el caos con poesía. Su música, inmortal, seguirá estremeciendo generaciones. Como dijo Robe en Deltoya: «Si te vas, que sea con el viento«.








