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Trump señala un cambio histórico en la política sobre el cannabis

Las acciones de las empresas estadounidenses de cannabis cotizadas han experimentado fuertes subidas este viernes después de que nuevos informes apuntaran a un posible cambio radical en la política federal sobre la marihuana bajo la presidencia de Donald Trump. El desarrollo ha reavivado el interés de los inversores en un sector que lleva años esperando una señal clara desde Washington que permita su normalización definitiva a nivel federal.

Trump, que durante su primera presidencia mantuvo una postura ambigua sobre el cannabis, parece haber evolucionado hacia una posición más favorable a la despenalización y regulación del mercado. Fuentes cercanas a su equipo de transición han filtrado que el presidente electo estaría considerando medidas para reclasificar la marihuana en la lista de sustancias controladas, lo que abriría la puerta a su legalización federal y permitiría a las empresas del sector operar con normalidad en todo el país.

Un mercado multimillonario esperando su momento

El mercado del cannabis en Estados Unidos mueve miles de millones de dólares al año, pero opera en una situación de limbo legal que dificulta su desarrollo. Aunque muchos estados han legalizado el uso recreativo y medicinal de la marihuana, a nivel federal sigue siendo una sustancia ilegal, lo que genera todo tipo de problemas para las empresas del sector: dificultades para acceder a servicios bancarios, imposibilidad de cotizar en las principales bolsas, cargas fiscales desproporcionadas…

Un cambio en la política federal desbloquearía todo ese potencial y permitiría que el sector del cannabis se desarrollara plenamente, generando empleo, ingresos fiscales e innovación. Además, acabaría con la hipocresía de un sistema que permite que millones de estadounidenses consuman cannabis legalmente en sus estados mientras a nivel federal siguen siendo considerados delincuentes.

Trump, el presidente de las libertades individuales

Este posible giro de Trump en materia de cannabis encaja perfectamente con su discurso de defensa de las libertades individuales y de reducción de la intervención del Estado en la vida de los ciudadanos. ¿Por qué debe el Gobierno federal decidir si un adulto puede o no consumir cannabis? ¿Por qué debe el Estado criminalizar a millones de personas por una decisión personal que no afecta a terceros?

La guerra contra las drogas ha sido un fracaso estrepitoso que ha costado billones de dólares, ha llenado las cárceles de gente que no debería estar ahí y ha alimentado a las mafias y al crimen organizado. Es hora de cambiar de estrategia y apostar por la regulación, la educación y el tratamiento en lugar de por la prohibición y la criminalización.

Lecciones para Europa y España

Europa debería tomar nota de lo que está pasando en Estados Unidos. La prohibición del cannabis es una política fracasada que solo beneficia a las mafias y perjudica a los ciudadanos. Países como Holanda, Portugal o Uruguay han demostrado que la regulación funciona, que reduce el consumo problemático, que acaba con el mercado negro y que genera ingresos fiscales que pueden destinarse a políticas de prevención y tratamiento.

España, con su hipócrita sistema de clubes cannábicos que operan en un limbo legal, debería dar el paso definitivo y regular el mercado del cannabis de forma clara y transparente. Eso acabaría con las mafias que controlan el tráfico, generaría empleo legal y permitiría que el Estado recaudara impuestos en lugar de dejar todo ese dinero en manos del crimen organizado.

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El posible cambio de Trump en la política sobre el cannabis es una excelente noticia para la libertad individual y para el sentido común. La prohibición ha fracasado y es hora de apostar por la regulación. Estados Unidos podría liderar este cambio y demostrar al mundo que hay otra vía posible, más racional y más respetuosa con las libertades de los ciudadanos. Europa y España deberían tomar nota y seguir el ejemplo.

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