Un aplauso a todos los políticos y jueces que con sus leyes y decisiones, están destruyendo la seguridad y por lo tanto la libertad en España
La Policía Nacional ha detenido a un inmigrante argelino en Zaragoza, tras robar el móvil a una mujer en un autobús urbano. Lo curioso del caso, es que este delito, se cometió minutos después de que el inmigrante quedase en libertad, por un hurto cometido con anterioridad.
Los hechos se produjeron el pasado 12 de enero, en un autobús de la línea 23 de la capital aragonesa. El argelino acababa de salir del Juzgado de Instrucción n.º 12 de Zaragoza, donde había comparecido tras ser arrestado por un delito de hurto.
Durante su declaración, el inmigrante optó por no declarar, y el juez ordenó su liberación. Minutos después de abandonar las instalaciones judiciales, el argelino se subió a un autobús urbano. En su interior, adoptó una actitud sospechosa mientras observaba a una pasajera. En cuestión de segundos, logró sustraerle el teléfono móvil con rapidez y discreción. Antes de que los demás pasajeros pudieran reaccionar, el inmigrante descendió del autobús y trató de escapar.
La Policía pudo arrestarle con posterioridad. Un aplauso a todos los políticos y jueces que con sus leyes y decisiones, están destruyendo la seguridad de España.








