El joven Moe.Haa descubrió que su donación terminó, gracias a un GPS, a la venta en una tienda de segunda mano y no en los pies de un necesitado
Son las zapatillas más famosas del mundo, se han vuelto virales. Las zapatillas y Cruz Roja. Esas zapatillas de deporte donadas a esta institución y que terminaron en una tienda de segunda mano.
La historia la protagoniza un tal Moe.Haa. Es instagramer alemán que decidió investigar el destino real de una donación de esas deportivas; las dejó en un contenedor de Cruz Roja. Pero antes puso un localizador.
El instagramer se preguntaba, como muchos: ¿benefician prendas y objetos abandonados en contenedores directamente a necesitados o acaban en otros sitios?
Este muchacho siguió rastro de zapatillas a través de la aplicación ‘Buscar’ en su iPhone capturando cada movimiento vagamente hasta el destino final oscuro.
Las zapatillas recorrieron, atención, 1.000 kilómetros según datos GPS atravesando Austria, Eslovenia y Croacia, además de varios rincones oscuros de Bosnia y Herzegovina.
Destino: Sarajevo
El localizar dejó de moverse repentinamente cerca de Sarajevo en algún momento. Moe.Haa viajó hasta allí con todas esas señales en la mano y encontró un mercado de ropa de segunda mano donde sus propias zapatillas estaban en un estante con la etiqueta 10 euros.
El instagramer sorprendió a los dependientes con una pregunta descarada sobre el origen del calzado, de forma muy directa e inmediata cerca de las cajas. Ellas afirmaron proceder ostensiblemente de importaciones desde Alemania, pero negaron enfáticamente que se tratase de donaciones directas supuestamente.
Pues eso…








