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Un informe revela que el chavismo financió a grupos de extrema izquierda en Estados Unidos, incluyendo a Antifa

Sus objetivos eran sembrar división política y desestabilizar la sociedad norteamericana

Un reciente informe del medio estadounidense The Washington Examiner ha destapado que el régimen chavista en Venezuela habría destinado millones de dólares para financiar a grupos de extrema izquierda en Estados Unidos, destacándose entre ellos el movimiento Antifa.

El vínculo entre el gobierno venezolano y organizaciones radicales como Antifa y Black Lives Matter (BLM) ha cobrado gran relevancia, evidenciando un apoyo directo desde Caracas hacia estos colectivos. Según la investigación, el chavismo ha impulsado activamente estas agrupaciones con el objetivo de fomentar la división política y la desestabilización social en territorio estadounidense.

Desde los tiempos de Hugo Chávez, el régimen bolivariano ha promovido una red de activistas y grupos de izquierda en Estados Unidos. Incluso antes de la creación oficial de BLM en 2013, se establecieron plataformas como el Foro Social de Estados Unidos (USSF), que sirvieron para conectar a líderes afroamericanos con la ideología chavista. Un exfuncionario venezolano citado por Washington Examiner reveló que se entregaron grandes sumas de dinero a activistas para apoyar esta agenda revolucionaria.

Con la aparición de Black Lives Matter, la alianza se fortaleció, participando sus líderes en eventos ligados al chavismo y al Foro de Sao Paulo, una coalición de partidos marxistas de América Latina con una clara agenda antiestadounidense. La expansión reciente del chavismo hacia el movimiento antifascista incluye ahora a Antifa, a quienes se les brinda respaldo político, logístico y simbólico desde Venezuela.

Desde 2024, Nicolás Maduro ha potenciado su impulso internacional con la organización de congresos y festivales antifascistas, además de crear la llamada Red Antifascista Mundial con sede en Caracas. Esta iniciativa agrupa a grupos radicales de izquierda de diferentes países y mantiene alianzas con organizaciones afines a Antifa, como el Partido Socialista de Liberación (PSL) y Code Pink, extendiendo la influencia chavista hacia redes globales con conexiones en China y Cuba.

Aunque Antifa no cuenta con una estructura formal tan consolidada como BLM, su capacidad para generar violencia y caos ha sido incorporada como parte de la estrategia política que Maduro promueve actualmente.

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