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Un MENA argelino y un veinteañero marroquí detenidos en Alicante tras asaltar a un anciano y robarle

La inmigración ilegal masiva trae delincuencia e inseguridad a nuestros barrios aunque todos los partidos menos VOX lo nieguen mintiendo

La Policía Nacional ha detenido a un MENA argelino de 15 años y a un marroquí de 20, tras asaltar y robar con violencia a un anciano en Alicante. Le sustrajeron un reloj valorado en 117.000 euros. Uno de los inmigrantes, fue retenido por los viandantes hasta la llegada de los efectivos policiales.

La víctima, a la que acompañaban su mujer y su hija en el momento del robo, ha tenido que ser atendida por los sanitarios a consecuencia de los golpes sufridos. De los dos arrestados, el MENA argelino de 15 años ha sido internado en un centro de menores. Para el joven marroquí de 20 años se ha decretado el inmediato ingreso en prisión.

El objeto sustraído, un reloj de alta gama, no ha podido ser recuperado. La víctima había pagado por él 35.000 euros hace 15 años. Pero su valor actual es mucho más alto. Según la Policía Nacional, puede alcanzar en el mercado los 117.000 euros.

Los hechos ocurrieron en la Avenida Maissonnave. Por las inmediaciones de dicha calle, se encontraban paseando tres personas. Una matrimonio de avanzada edad y su hija, de 55 años. Hasta ellos se acercó un magrebí mostrándoles un teléfono móvil a la vez que les preguntaba. Y, casi a la vez, otro inmigrante magrebí les empujó con violencia por la espalda, según la Policía Nacional. Les derribaron y arrebataron el reloj a la víctima principal, un varón de avanzada edad. Lo hicieron con un fuerte tirón.

Fue requerida la presencia de la Policía Nacional. Al llegar al lugar de los hechos, se encontraron con que un grupo de viandantes mantenía retenido a uno de los autores del robo: le habían interceptado para evitar que huyera.

El resto del indicativo policial consiguió encontrar al segundo de los asaltantes. Pero no hubo con suerte con el reloj. Según el relato de la Policía Nacional, el segundo de los detenidos contó que se lo había entregado a un tercero que, a su vez, subió a un coche y se esfumó del lugar.

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