«Habrá inmigrantes, muchísimos» ha resaltado el primer ministro húngaro
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha alertado sobre las consecuencias que podría tener en Hungría la llegada al poder del partido apoyado por las élites de Bruselas, conocido como Tisza, de cara a las elecciones programadas para abril. Según Orbán, la ausencia de Fidesz traería consigo inmigración masiva y graves impactos en la economía y la sociedad húngara.
«Si Fidesz no gobierna, habrá guerra, habrá inmigrantes, muchísimos. No existiría un millón de empleos, faltarían 200.000 niños húngaros y no habría jubilación segura ni acceso a la primera vivienda para los jóvenes», afirmó el primer ministro durante su intervención.
Orbán también destacó que su proyecto político nunca se limitó a administrar un gobierno eficiente: «Mi objetivo no era solo dirigir un Gobierno que funcionara. Otros podrían hacerlo. Mi meta secreta siempre fue transformar el destino del pueblo húngaro, que otros habían tratado de limitar».
El mandatario recordó que tras la Primera Guerra Mundial, se pretendía mantener a Hungría pequeña y empobrecida, y aseguró que su intención es que los húngaros sean «grandes y prósperos», un proceso que, según él, aún continúa.
Además, Orbán subrayó la importancia de la estabilidad en Ucrania para los intereses de Hungría: «Una Ucrania estable nos beneficia. Estamos brindando apoyo, y solo la paz puede fortalecer al país vecino».
