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Vivienda o comida: el duro dilema que enfrentan miles de familias en España por el precio del alquiler

El precio de la vivienda impacta en la alimentación y bienestar familiar

El aumento imparable del precio de la vivienda en España está golpeando con fuerza a la economía familiar, provocando que muchos hogares tengan que elegir entre pagar el techo o alimentarse correctamente. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un tercio de las familias con hipoteca y casi la mitad de los inquilinos no pueden permitirse consumir carne, pollo o pescado al menos cada dos días.

El coste de la vivienda no deja de subir

En los últimos cinco años, el precio de compra de viviendas se ha disparado un 46%, mientras que el alquiler ha aumentado un 27%. Esta escalada ha convertido el gasto en vivienda en el principal desafío económico para miles de hogares en todo el país. Pero el problema va más allá del acceso: también se agrava al momento de mantener una vivienda dignamente.

Los informes del INE señalan un incremento de las llamadas carencias materiales severas, que incluyen desde el retraso en el pago de hipotecas o alquileres, hasta la imposibilidad de mantener la casa a una temperatura adecuada o acceder a una dieta saludable. También se consideran carencias no poder afrontar gastos imprevistos, carecer de electrodomésticos básicos o no poder irse de vacaciones al menos una vez al año.

Más del 50% de los inquilinos sufre carencias graves

En 2024, un 31% de los hogares con hipoteca registraban al menos dos carencias económicas importantes. El panorama es aún más preocupante para los inquilinos, ya que el 51% experimenta múltiples dificultades. En solo seis años, el número de familias que enfrentan tres o más carencias simultáneas se ha duplicado.

El pago de la vivienda y sus suministros ya representa alrededor de un tercio del gasto anual de una familia media en España. Esta cifra es el doble de lo que se destina a la alimentación, evidenciando cómo el mercado inmobiliario está limitando la capacidad de ahorro y de consumo de muchos hogares.

Escasez de vivienda y presión demográfica

El origen de esta crisis se encuentra en la fuerte caída de la construcción tras la crisis financiera de 2008. Durante años, la promoción de viviendas se paralizó, y no fue hasta 2015 cuando comenzó una recuperación tímida del sector. A esto se suma un importante crecimiento de la población desde 2019, con más de dos millones de nuevos residentes, en su mayoría extranjeros.

Según el Banco de España, existe un déficit de entre 400.000 y 450.000 viviendas, lo que mantiene una presión constante sobre los precios, tanto en el mercado de compra como en el de alquiler.

Ante la escasez de obra nueva, la demanda se ha volcado sobre el mercado de segunda mano, donde los precios se incrementaron un 12,8% interanual solo en el segundo trimestre de 2025. En cuanto al alquiler, la oferta insuficiente y la competencia con las viviendas turísticas mantienen la tensión al alza.

Las consecuencias: menos ahorro y mayor exclusión

Esta situación ha provocado que muchas familias destinen gran parte de sus ingresos al pago del alquiler, dificultando el ahorro y la planificación financiera. La edad media para acceder a una primera vivienda se ha elevado hasta los 41 años, reflejo claro de la inaccesibilidad del mercado inmobiliario.

La subida del coste de la vida también ha agravado el problema: entre 2019 y 2023, el IPC aumentó un 21%, mientras que los salarios solo lo hicieron en un 15%. La cesta de la compra se ha encarecido casi un 40% en ese mismo periodo, reduciendo aún más el poder adquisitivo, especialmente en hogares con un alto gasto fijo en vivienda.

¿Vivir más lejos es una solución?

Como medida desesperada, muchas familias se han trasladado a zonas periféricas buscando precios más bajos. Sin embargo, esto implica mayores costes de transporte, más horas de desplazamiento y viviendas con menor eficiencia energética, lo que aumenta los gastos en calefacción o electricidad.

1 Comment

  1. Pepito Grillo
    Mar 21 octubre 2025 @ 08:46

    Por qué se teledirije a la población hacia la cobcentra5en grandes ciudades donde está el trabajo? Está planificado y organizado, hay sitio en España a paladas. El problema son los políticos y sus políticas globalistas que son una estafa. Se puede vivir en ciudades de 50.000 ha itantes y menos, en problema son el gastos millonarios en administración pública impuestos derroche en políticos y gastos innecesarios, subvenciones públicas,para comprar votos cautivos. Estafa y hundimiento sector primario e industrial. Sobran el putisoe pepe comunistas regiónalistas sepaRRatistas .

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