En un hecho que evidencia la creciente hostilidad que enfrentan las fuerzas constitucionalistas en Cataluña, el grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs ha sido víctima de un acto de señalamiento ideológico. En la fachada del consistorio, justo bajo la ventana del despacho del partido, apareció un cartel con el mensaje: “VOX racista. SAB antifascista”.
Este acto, lejos de ser un hecho aislado, forma parte de una campaña de acoso e intimidación sistemática promovida por sectores radicales de la izquierda que pretenden silenciar la voz de millones de españoles representados por VOX.
Balboa denuncia el silencio cómplice del resto de formaciones
Antonio Balboa, portavoz de VOX en el municipio, ha alzado la voz ante este ataque, denunciando el clima de crispación generado por la izquierda institucional y sus aliados. “Esto es fruto de la demonización que sufrimos a diario. La demonización por parte de los demás grupos políticos acaba tentando a alguien para que haga algo así”, declaró el concejal.
Balboa ha subrayado que, pese a las amenazas, VOX no se callará: “Seguiremos defendiendo lo que tantos otros temen decir. No nos van a amedrentar, ni dentro ni fuera del Ayuntamiento”.
Un Ayuntamiento secuestrado por el sectarismo
La alcaldía socialista de Sant Adrià de Besòs no ha emitido ni una sola palabra de condena ante estos hechos. Este silencio resulta tan elocuente como indignante: evidencia el doble rasero de quienes hablan de “tolerancia” mientras permiten, e incluso fomentan, la estigmatización de una formación democrática con representación legítima.
Mientras se toleran actos vandálicos contra VOX, el gobierno local prefiere seguir destinando recursos públicos a agendas ideológicas y subvenciones clientelares. La realidad de los barrios, mientras tanto, es de inseguridad, suciedad y abandono.
La degradación de Sant Adrià: una consecuencia directa del modelo socialista
VOX ha sido la única formación que ha denunciado con claridad la degradación de barrios enteros, como La Mina, convertidos en focos de criminalidad, narcotráfico y okupación ilegal. Muy cerca de un centro educativo, el Ayuntamiento ha permitido la instalación de una sala de venopunción para drogodependientes, una medida más que demuestra el abandono de las familias trabajadoras por parte del gobierno socialista.
Presupuestos al servicio del activismo ideológico
No es casual que VOX haya votado en contra de los presupuestos municipales para 2024. Mientras se reduce el dinero destinado a seguridad ciudadana, aumentan las partidas para cooperación internacional y entidades afines al pensamiento de izquierdas. Balboa lo resume así: “La izquierda quiere un Ayuntamiento al servicio de su ideología. VOX quiere un Ayuntamiento al servicio de los vecinos”.
Defensa de la libertad frente al totalitarismo
Este nuevo acto de señalamiento no hará más que reforzar la determinación de VOX de plantar cara al totalitarismo ideológico. Defender la libertad, el orden, la legalidad y la seguridad es hoy más necesario que nunca, especialmente en territorios donde la izquierda y el separatismo han sembrado décadas de odio y división.
VOX no se rendirá. En Sant Adrià de Besòs y en toda España, la voz de millones de ciudadanos seguirá sonando clara, firme y valiente.








