El Estado expoliador contra la libertad individual
La Audiencia Nacional vuelve a ser noticia, y esta vez por el recurso de los famosos youtubers Willyrex y Vegetta777 contra la voracidad de la Hacienda española. El Estado pretende obligarles a tributar en España por ganancias obtenidas incluso después de haberse mudado a Andorra, un auténtico ‘Exit Tax’ encubierto que busca castigar a quien decide libremente dónde residir y trabajar.
España asfixia a los creadores de riqueza
No nos engañemos, esto no va de justicia fiscal, va de expolio. El sistema tributario español es confiscatorio, especialmente para quienes generan ingresos elevados de forma autónoma. En lugar de incentivar el talento y el éxito, el Gobierno socialista-comunista prefiere freír a impuestos a quienes más aportan, empujándoles a buscar países con una fiscalidad más razonable.
Libertad, no saqueo
Los dos youtubers han insistido en algo que cualquier ciudadano entiende: tienen derecho a fijar su residencia fiscal donde mejor consideren. Pero la Agencia Tributaria, convertida desde hace años en un ariete político, ha iniciado una persecución que va más allá de lo razonable. Una advertencia para toda una generación:
Si triunfas, el Estado te perseguirá hasta el último céntimo.
No es casualidad que Andorra se haya convertido en refugio de jóvenes emprendedores y creadores digitales. Allí encuentran lo que España les niega: seguridad jurídica, impuestos racionales y un Estado que no los trata como cajeros automáticos.
La Audiencia Nacional decidirá si España sigue expulsando talento
El proceso judicial marcará un precedente. Si la Audiencia avala la tesis de Hacienda, cualquier español que emigre para mejorar su vida podrá ser perseguido retroactivamente por ingresos generados tras su marcha.
Si, por el contrario, da la razón a Willyrex y Vegetta777, enviará un mensaje claro: el talento no puede ser expoliado por un Estado insaciable.
La batalla por la libertad individual
Lo que está en juego no es solo el dinero de dos youtubers millonarios, como repiten los medios subvencionados. Lo que se discute es el derecho de cualquier español a escapar del infierno fiscal, a elegir su futuro y a no ser castigado por el simple hecho de prosperar.
España no puede seguir perdiendo a sus mejores profesionales porque el Gobierno necesita financiar su maquinaria política.
Un país que expulsa talento es un país que se condena a la decadencia.
