Carvajal, ante la justicia, sostiene que Zapatero figura como parte interesada en varias sociedades venezolanas creadas para desviar fondos públicos
No es una filtración cualquiera ni un simple rumor. Es una revelación con nombres, estructuras y contexto. El digital Vozpópuli ha publicado una información demoledora: José Luis Rodríguez Zapatero habría recibido beneficios económicos del régimen de Nicolás Maduro a través de un entramado de empresas controladas por testaferros, según las declaraciones del exjefe de inteligencia venezolano Hugo “El Pollo” Carvajal.
Todo gira en torno a lo que recoge este medio: Carvajal, ante la justicia, sostiene que Zapatero figura como parte interesada en varias sociedades venezolanas creadas para desviar fondos públicos, principalmente de PDVSA. No se trataría de simples transferencias, sino de un sistema más elaborado: acciones a nombre de terceros en empresas con acceso a contratos millonarios con el Estado chavista.
La información de Vozpópuli pone contra las cuerdas al expresidente. No porque sea nueva, sino porque por primera vez se aportan detalles concretos, nombres y estructuras. Y porque gracias a Trump, Estados Unidos ya estaría valorando estas pruebas para iniciar una investigación penal contra Zapatero.
La gravedad es máxima: si Zapatero, que ha sido mediador internacional y defensor del diálogo con Maduro, recibía beneficios del régimen, su papel no solo queda deslegitimado, sino que pasa a ser cómplice de uno de los regímenes más corruptos del hemisferio.
Zapatero se ha limitado a desacreditar las acusaciones, pero ya no bastan los gestos ni las frases ambiguas. Estamos hablando de un posible caso de corrupción internacional, con ramificaciones políticas, diplomáticas y judiciales.
Y lo más inquietante: nadie en España parece dispuesto a mover un dedo. La Fiscalía calla. El Gobierno mira hacia otro lado. Los grandes medios evitan entrar al fondo del asunto. Solo Vozpópuli ha tenido el valor de sacar esto a la luz con claridad y documentos.
Este silencio institucional retrata perfectamente el problema: Zapatero no es intocable, pero lo tratan como si lo fuera, mientras tanto, Trump esta dispuesto a romper la omertá chavista, Hugo Carvajal, sigue aportando información desde su celda.
Si la justicia española no actúa, lo hará la estadounidense. Y cuando lo haga, ya no servirá ningún comunicado redactado a medida desde Ferraz.
Este caso no es político: es penal. Y quien no lo vea, o está ciego, o está dentro.








