Sánchez confirmó que sudará ‘La camiseta hasta la última gota’ y ‘buscará escaños bajo las piedras’ para gobernar con sus cómplices parlamentarios
Jordi Turull, el secretario general de Junts, reiteró este lunes en TV3 que debe Sánchez debe facilitar un referéndum secesionista en Cataluña porque, según sus palabras, «Si el Estado se niega en redondo, colorín colorado», afirmó en relación a poner fin abruptamente a la legislatura.
El mismo Sánchez confirmó en la radio pública que va a “sudar la camiseta hasta la última gota” y «buscará escaños hasta debajo de las piedras» para sacar adelante sus iniciativas y gobernar en minoría con sus cómplices parlamentarios.
Turull destacó Junts son los primeros en afirmar que se realizará esa consulta, y que la única manera de deslegitimar «el referéndum del 1-O y la Declaración Unilateral de Independencia de Puigdemont es mediante un referéndum vinculante y pactado con el Estado».
En ese sentido, Turull confirmó que ya tienen una fecha para reunirse nuevamente con el PSOE en enero, solicitando discreción en torno a esta reunión, ya de por sí opaca, donde abordarán con el nº 3 del PSOE, Santos Cerdán, las siguientes cesiones de Sánchez al separatismo: el referéndum y la financiación preferente de Cataluña.
Por parte de los socialistas, también se aprovechará esa reunión para limar asperezas por la cesión in extremis de la semana pasada a Junts para obtener su abstención y poder aprobar los decretazos de Sánchez.
El miércoles en el Congreso, nueva reunión entre socialistas y Junts
Sánchez ofreció a la desesperada a Junts, entre otras cesiones, la posibilidad de sancionar a empresas que salieron de la región durante el golpe separatista, las competencias en inmigración extranjería para la región y derogar el artículo 43.2 de la ley de Enjuiciamiento Civil que, supuestamente, podría dificultar la aplicación de la amnistía.
Tras unas promesas improvisadas sin desarrollo normativo alguno, y al irse conociendo las escasas posibilidades reales de que sean aplicables en la práctica, se ha generado un clima enrarecido entre los socialistas y sus acreedores que se espera aclarar en la reunión del miércoles.
Las declaraciones de Sánchez tampoco calmaron la situación: tras ofrecer la transferencia de inmigración a cambio de sus decretazos, esta misma mañana dijo que no se pueden transferir a las regiones, para luego decir que se hablarán con las Comunidades, porque «hay que abrir el debate» en lo que parece un mareo de perdiz de manual, circunstancia que puede disgustar a Junts, con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina.








